La salsa de mostaza es una de las salsas más consumidas no solo por los españoles, sino en cualquier parte del mundo. Su aroma suave y terroso aporta un toque muy característico a los platos en los que se añada. Y además los dota de una fuerza e intensidad en su sabor como ningún otro ingrediente hace. Se cree que esta salsa fue elaborada por primera vez en la Antigua Roma. Es más, fue el resultado de la mezcla de semillas de mostaza con el zumo de la uva. Sí, con mosto.
Sin embargo, hasta llegar a nuestros días, la receta de la salsa de mostaza ha evolucionado mucho a la vez que se sofisticaba. De hecho, como habrás podido comprobar al pasar por delante de cualquier sección de salsas de mostaza de cualquier supermercado, existen infinidad de variedades dependiendo el tipo de grano con el que está hecha, de la proporción de sus ingredientes o de la intensidad y grado de picor que tienen. Por eso, hoy queremos enseñarte cómo preparar paso a paso una salsa de mostaza casera que está mejor incluso que cualquiera que puedas comprar en un supermercado. Sigue leyendo si quieres saber más.
3Haz tu propia salsa paso a paso. Te explicamos cómo con todo detalle
Lo bueno de esta receta de salsa de mostaza casera es que tan solo te llevará 10 minutos prepararla. Para ello, pon las semillas en un recipiente y añade el vinagre blanco y el vino blanco. Acto seguido, añade el agua, la media cucharada de miel, la cúrcuma y la sal. Ahora mezcla todos los ingredientes con la ayuda de una cuchara hasta que quede una mezcla lo más homogénea posible.
Una vez hayas conseguido el punto de homogeneidad perfecto, cubre el recipiente con un papel film hasta que quede herméticamente cerrado y deja macerando en la nevera durante 3 días. En este tiempo los sabores se integrarán formando un todo. Cuando acabe este proceso, tritura con una licuadora, un robot de cocina, o si no tienes ninguno de los dos, con una batidora.