Microsoft está teniendo serios problemas con Windows 10. Algunas voces bastante sólidas del panorama, como Steven J. Vaughan-Nichols, ya se hizo eco de algunos rumores que aseguraban que el problema del sistema operativo de los de Redmond no era fácilmente resoluble y que residía en el propio kernel (núcleo).
Afortunadamente, algunos de los nuevos problemas tienen soluciones simplemente haciendo algunos cambios en el sistema o configuraciones (otros necesitan la intervención del desarrollador). Un ejemplo de estos problemas es ese que incluso llega a encender el ordenador solo, sin que tú lo hagas.
3Precauciones para evitar problemas
Dada la poca fiabilidad que presenta Windows 10, si quieres evitar este tipo de problemas, lo adecuado sería desactivar las actualizaciones automáticas y actualizar una vez ya lo han hecho otros usuarios y no hay comentarios negativos por posibles errores.
Pero eso no es lo ideal, ya que podrías tener problemas de seguridad debido a vulnerabilidades conocidas que no han sido parcheadas con las nuevas actualizaciones. Por tanto, eso puede evitar problemas técnicos, pero exponerte a problemas de seguridad.
El mejor compromiso entre seguridad y estabilidad sería descargar manualmente las actualizaciones desde Microsoft Windows Update y solo instalar aquellas que se correspondan con parches de seguridad. Y una vez no haya quejas de otros usuarios y/o Microsoft haya solventado los problemas generados por una actualización determinada, pasar a actualizarse a dicha versión.
Recuerda que para acceder a tu sistema de actualización puedes hacerlo desde Inicio > Configuración > Actualizaciones y Seguridad. Allí tienes Windows Update y podrás configurarlo a tu gusto.