Emprender y montar un negocio no es tarea fácil. Pero si se trata de hacerlo en España lo es aún menos. Crear una empresa de la nada puede ser una tarea bastante ardua, pero no imposible. Además, las recompensas que puedes obtener una vez estableces tu negocio pueden hacer que el camino recorrido merezca la pena.
Por otro lado, muchos negocios actuales distan mucho de la forma en la que se operaba hace unas décadas, aunque se trate del mismo gremio. Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y la transición digital de la empresa debe ser una prioridad si se pretende ser competitivo.
No obstante, hay algunos consejos y atajos que te pueden ahorrar muchos problemas y acelerar el proceso. Además, también deberías conocer todos los errores típicos que se suelen cometer para evitarlos y no ser uno más en la lista de los fracasos.
52º Elije la forma jurídica
Una vez ya tienes la idea, lo siguiente es buscar la forma jurídica apropiada para tu empresa. Para ello se debe tener en cuenta el tamaño, los costes de creación y fiscales, la responsabilidad frente a terceros, el régimen de la Seguridad Social, etc.
Las formas disponibles en España más comunes son:
- Autónomo: es la más común, y no necesitará de terceros para comenzar. Ideal cuando se comienza solo.
- Comunidad de bienes: se suele constituir la empresa con varios autónomos asociados para operar. Es ideal para pequeños negocios, y no tiene un mínimo de capital.
- Sociedad Civil: contrato privado de colaboración entre dos o más personas para desarrollar una actividad con ánimo de lucro. Los integrantes pueden aportar tanto trabajo como bienes/dinero. No es muy habitual, y tendrán que tributar por el impuesto de sociedades, llevar una contabilidad mercantil, mayores gastos de asesoría, etc.
- Sociedad Limitada (S.L.): es una forma habitual en la empresa por su sencillez. Tendrás una responsabilidad limitada frente a los socios de sólo el capital que aportas. Con un capital mínimo aportado de 3.000€, o con bienes que puedan cubrir dicho capital (local, coche, equipos,…).
- Sociedad Anónima (S.A.): similar a una SL, pero con mayor flexibilidad en la regulación legal. En este caso, el capital mínimo será de 60.000€ y son necesarios como mínimo 3 socios. Además, la mayoría del capital social pertenecerá a los trabajadores que prestan servicios a la empresa constituida.
- Sociedad Cooperativa: una cooperativa es una empresa cuyo capital se establece en los estatutos. Se suelen formar con varias personas que realizan una actividad empresarial que no podrían realizar por separado, unificando capital y esfuerzos.
