Está claro que la lasaña es una de las recetas más ricas que podemos hacer, por no hablar de que es realmente sencilla. El problema está en el uso del horno, pues hay quienes no tienen, y quienes prefieren ahorrarse semejante gasto de luz.
No por ello vas a tener que renunciar a una buena lasaña casera. Aunque te parezca mentira, la puedes hacer perfectamente sin horno, y queda igualmente deliciosa. A continuación, te damos todos los pasos que debes seguir para tener la mejor lasaña, con la que dejarás a todos tus comensales de piedra.
7Preparación
En primer lugar, calienta la mantequilla en una sartén honda a fuego lento, y removiendo hasta que se deshaga por completo. El fuego debe ser bajo durante todo el proceso de la bechamel para la lasaña. Es muy importante evitar los grumos, así que tamiza la harina al añadirla a la sartén, pero hazlo poco a poco, y haciendo uso de una varilla de mano para ir removiendo.
Sigue removiendo durante unos minutos, hasta que veas que adquiere un poco de color, pero cuidado de que no se queme. Toca añadir la leche, mejor si es tibia, e incorpórala poco a poco y removiendo constantemente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Una vez que la masa empiece a hervir, apagamos el fuego.
Añadir sal sería suficiente, pero te recomendamos añadir un poco de nuez moscada para un mejor sabor. Y si quieres, también puedes poner un poco de pimienta negra molida. Recuerda que al ser para una lasaña, la bechamel debe quedar más bien espesa, así que no te pases con la leche.
