Está claro que la lasaña es una de las recetas más ricas que podemos hacer, por no hablar de que es realmente sencilla. El problema está en el uso del horno, pues hay quienes no tienen, y quienes prefieren ahorrarse semejante gasto de luz.
No por ello vas a tener que renunciar a una buena lasaña casera. Aunque te parezca mentira, la puedes hacer perfectamente sin horno, y queda igualmente deliciosa. A continuación, te damos todos los pasos que debes seguir para tener la mejor lasaña, con la que dejarás a todos tus comensales de piedra.
3La preparación de las obleas
Para una buena lasaña, hay que tener muy en cuenta su base, no la salsa, sino la pasta. Puede que creas que con seguir las instrucciones del paquete parezca suficiente, pero los italianos tienen sus trucos para que estas queden realmente bien.
Con agua hirviendo en una cazuela, ponemos un buen puñadito de sal. Ahora es cuando agregamos las obleas de la lasaña al agua. Para que no se peguen entre ellas, lo mejor es ir removiéndolas de vez en cuando con una cuchara de madera.
Cuando hayan pasado unos 7 minutos, retira las obleas, deberían estar al dente, y puede que incluso aún algo duras, pero las terminaremos más adelante. Ahora, déjalas sobre papel absorbente y sigamos con la receta.