Un estilo de vida sano contribuye también a un estado de ánimo más estable y confiado de cara a nuestra salud mental. Pero, ¿qué ocurre cuando enfocamos nuestra alimentación hacia las llamadas ‘comidas basura’ o comida rápida? Pues que es más probable que suframos una tendencia más a la depresión, tristeza e, incluso, abatimiento. Todas ellas tienen una cierta dependencia al desánimo.
Por esto, y más allá de que sea mejor y más saludable hacia nuestro organismo evitar este tipo de comida rápida, nuestra salud mental otorgará una mejor respuesta si lo que hacemos es consumir menos de este tipo de alimentación y, sobre todo, menos alimentos procesados, ya que su exceso de grasas y azúcares la convierten en una bomba calórica… también para nuestra mente. Lo conocemos desde Merca2.es.
3Los más jóvenes son los más afectados por la depresión y la comida rápida
En lo que respecta a un consumo excesivo de la misma comida rápida, también se ha visto un incremento de hasta un 40% las posibilidades de desarrollar esta patología, lo que hace ver que la salud mental corre un serio riesgo a la hora de nuestra alimentación menos saludable.
Esta serie de alimentos de comida rápida (o basura) se conocen como las hamburguesas, fritos, fast food, edulcorantes artificiales, las bebidas azucaradas y con cafeína… todos ellos, de una manera o de otra, incentivan a una posible depresión.
Entre los diversos estudios realizados para conocer diferentes algún tipo de relación entre sí, como el de la misma Sociedad Española de Psiquiatría o el de la Universidad de Alabama en Birmingham, de Estados Unidos, se corroboró que a quien más llega a afectar es a los más jóvenes, también encontrando en ellos pocos niveles de potasio.