El impago de facturas no es algo que resulte desconocido para los autónomos. De hecho, la estadística nos dice que la gran mayoría de los profesionales que trabajan por cuenta propia se van a quedar sin cobrar algún trabajo a lo largo de su vida. Y esto supone un problema por partida doble. Porque el autónomo no solo se queda sin cobrar por su trabajo, sino que además puede tener problemas de liquidez.
Un profesional vive de su trabajo, si no cobra por él, tampoco tendrá dinero para hacer frente a las deudas derivadas de su actividad. Es decir, que un autónomo que no consigue cobrar sus facturas puede convertirse a su vez en un moroso. Para que esto no ocurra, es importante tomar precauciones para intentar asegurarse el pago de todas las facturas emitidas.
7Recurre al factoring
Otra opción para cobrar a tiempo y evitar quedarte sin liquidez es recurrir al factoring. Es un servicio de financiación en el que “vendes” tus facturas todavía no pagadas a una entidad. Esta te paga a ti el importe de esas facturas (descontando su comisión) y se convierte en acreedora de tu cliente. Otra fórmula similar a esta es el confirming.
Lo bueno es que te permiten acceder rápidamente al dinero que necesitas, lo malo es que acabas ganando menos porque la entidad que se queda con las facturas te cobra una comisión por ello.