La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto elevar a 592 el número de municipios en los que Telefónica no está obligada a dar acceso mayorista a su red de fibra a otros operadores, frente a los 66 actuales, según la recoge la nueva regulación de los mercados mayoristas de banda ancha. El órgano presidido por Cani Fernández estima que «la dinámica competitiva del mercado de banda ancha ha experimentado una mejora significativa en los últimos años», pero también deja constancia de que no en todas las regiones se da la misma situación.
La CNMC estima que -en términos de estructura del mercado- se ha producido la entrada efectiva de un cuarto operador de ámbito nacional, como es Masmóvil, quien se ha configurado como una alternativa viable a Telefónica, Orange y Vodafone. Incluso, señala que se ha producido una pérdida de cuota de mercado por parte de la compañía dirigida en España por Emilio Gayo.
En términos de resultados, señala la CNMC, la subida en precios se ha contenido en lo que respecta a los segmentos medio y bajo del mercado, fruto de la mayor presión competitiva ejercida por Masmóvil y la reacción de los operadores convergentes incumbentes con el lanzamiento de segundas marcas (en especial, Telefónica y Vodafone ya que Orange fue el primer operador en adoptar esta estrategia). Asimismo, resalta que la dinámica competitiva en el segmento alto del mercado está condicionada de manera apreciable por la comercialización del servicio de televisión de pago y las condiciones de acceso a los contenidos premium, por lo que el regulador prefiere dejar para otro análisis este área de negocio.
Pese a todo esto, el regulador advierte de que «estos resultados satisfactorios [a nivel de competencia] no se producen por igual en todo el territorio nacional«. Y este motivo es el que lleva a la CNMC a que, pese al gran vuelco regulatorio que ha dado, todavía quede un 33% de la población bajo la obligación mayorista de Telefónica.
TELEFÓNICA ANTE LA NUEVA REGULACIÓN
De momento se trata de una consulta pública en la regulación de los Mercados 3a/3b, para los que ha realizado una nueva propuesta que busca logra un equilibrio entre garantizar la competencia efectiva y promover la inversión en redes de nueva generación (NGA), que permiten disfrutar de conexiones de muy alta velocidad, fundamentalmente de fibra óptica.
En el análisis y definición de estos mercados se plantean obligaciones diferenciadas en función del nivel de competencia que existe en las distintas zonas del territorio nacional, que la CNMC divide en zonas competitivas y no competitivas.
La regulación vigente para los mercados mayoristas de banda ancha data de 2016, cuando la CNMC estableció entonces una zona competitiva en redes NGA de 66 grandes municipios (el 35% de la población), en los que Telefónica no está obligada a dar acceso mayorista a su red de fibra.
Sin embargo, remarca que, mientras que en 2015 las líneas de fibra representaban el 23% del mercado, actualmente supone cerca del 70%. Además, añade que la presión competitiva del mercado ha aumentado de manera considerable y Telefónica continúa perdiendo cuota en el mercado minorista de acceso de banda ancha fija, ya que pasa de un 43,1% en 2015 a un 38% en 2020.
Por todo ello, en la nueva regulación de 2020 la CNMC propone ampliar la zona competitiva a 592 municipios, en los que reside el 67% de la población española, mientras que el resto de municipios formarían parte de la zona no competitiva.
ZONA COMPETITIVA
La Comisión explica que la zona competitiva se caracteriza por una elevada competencia en infraestructuras basada en redes de NGA, ya que en cada uno estos 592 municipios la cuota de Telefónica en el mercado minorista de banda ancha es inferior al 50% y existen, al menos, tres redes NGA con una cobertura mínima del 20%.
En esta zona, la CNMC plantea que Telefónica mantenga sus obligaciones de acceso a la infraestructura de obra civil, así como las obligaciones de acceso desagregado al par de cobre. Sin embargo, no impone obligaciones de acceso mayorista a su red de fibra.
En este sentido, explica que el acceso a la infraestructura civil permite a los operadores alternativos hacer uso de los conductos y postes de la red de Telefónica, de forma que puedan desplegar sus redes de fibra óptica desde las centrales cabecera de Telefónica hasta los domicilios de los usuarios finales.
La CNMC argumenta que esta medida regulatoria es «fundamental» para el despliegue de las redes de fibra de los operadores alternativos, así como que el acceso desagregado al par de cobre es un acceso físico mayorista a la red de acceso tradicional de cobre que se presta a nivel de la central local.
ZONA NO COMPETITIVA
En el resto del territorio (7.539 municipios), la CNMC propone, además de los servicios anteriores, la imposición a Telefónica de prestar los servicios mayoristas de acceso desagregado virtual a la fibra óptica (NEBA local) y de banda ancha NEBA fibra.
La CNMC explica que la diferencia entre ambos servicios es la cercanía al cliente final, ya que El NEBA local se presta en las centrales locales cabecera de la red de fibra, mientras que el punto de conexión del mayorista servicio NEBA fibra está más lejos del cliente (hay un punto de conexión por provincia).
Además de estos servicios, en los 7.539 municipios Telefónica también está obligada prestar los servicios de acceso indirecto sobre cobre denominados NEBA cobre, ADSL IP regional y nacional.
Los interesados disponen ahora de un mes para presentar sus alegaciones a la consulta pública. Tras analizar los comentarios recibidos, la CNMC aprobará un proyecto de medida que se remitirá a la Comisión Europea, así como al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.