Una de las primeras decisiones que debe tomar quien decide darse de alta como autónomo es qué cuota de cotización quiere pagar a la Seguridad Social. Como no tenemos un sistema que se base en los ingresos reales, los autónomos pueden elegir su propia cuota de cotización dentro de los límites mínimos y máximos fijados.
Es una decisión importante, porque de la elección de una cuota u otra va a depender que haya que pagar más o menos cada mes, y también dependen directamente de lo pagado las prestaciones públicas a las que se tiene derecho en caso de maternidad, incapacidad temporal, jubilación, etc. Lo bueno es que la base de cotización se puede cambiar a lo largo del tiempo.
6No sobrecotices
Está bien que vayas ajustando tu cotización con el tiempo, pero ten en cuenta que de nada te va a servir sobrecotizar. Hay autónomos que llevan pagando tanto durante tantos años que realmente están tirando el dinero, porque por mucho que paguen no van a cobrar más en el momento de jubilación. No conviene olvidar que en materia de prestaciones de IT y de pensiones existe un límite máximo, así que por mucho que cotices no vas a cobrar más de lo fijado legalmente como cuantía máxima.
Por el momento se tienen en cuenta los 22 últimos años cotizados, y a partir de 2025 la pensión de jubilación se calculará en base a los últimos 25 años cotizados. Por tanto, a un trabajador que ha cotizado por la cuota máxima durante muchos años quizá le compense cotizar menos durante sus últimos años de vida laboral.
Tal y como señalábamos antes, no hay una cuota de cotización que podamos considerar ideal para todo el colectivo de autónomos. Cada profesional tiene sus propias circunstancias y debe valorar si puede aumentar o si debe reducir su cuota de cotización mensual en base a ellas. Hacer los ajustes necesarios a tiempo es la decisión más inteligente que puedes tomar.