Una de las primeras decisiones que debe tomar quien decide darse de alta como autónomo es qué cuota de cotización quiere pagar a la Seguridad Social. Como no tenemos un sistema que se base en los ingresos reales, los autónomos pueden elegir su propia cuota de cotización dentro de los límites mínimos y máximos fijados.
Es una decisión importante, porque de la elección de una cuota u otra va a depender que haya que pagar más o menos cada mes, y también dependen directamente de lo pagado las prestaciones públicas a las que se tiene derecho en caso de maternidad, incapacidad temporal, jubilación, etc. Lo bueno es que la base de cotización se puede cambiar a lo largo del tiempo.
5Hay que tomar las decisiones a tiempo
Los autónomos que quieren garantizarse una pensión digna en el futuro no pueden demorar demasiado la toma de decisiones. A partir de los 47 años se imponen restricciones para subir la cuota de cotización a ciertos niveles si no se han hecho ajustes antes. Esto puede ser un problema de cara a poder cotizar más en los últimos años de vida laboral.
Por eso, una vez sobrepasada la barrera de los 40 es buen momento para comenzar a asesorarse sobre qué ajustes hay que hacer en la cuota de cotización de cara a poder cobrar el día de mañana una prestación pública de jubilación que sea algo más alta de la media.