Tanto pequeños como mayores tenemos una relación especial con los juegos de mesa. En la época en la que estamos más en casa o en las tardes de invierno, con nuestros fieles compañeros a la hora de pasar una tarde amena y divertida. Por ello, es bueno conocer algunos ejemplos con los que poder entretenernos.
Todo depende de tus gustos, pero estamos seguros que encontrarás el perfecto para ti. Y es que, aunque los clásicos siguen teniendo mucha fuerza, sobre todo en los más nostálgicos, también hay otro tipo de juegos que han irrumpido con fuerza en los últimos años y que podemos considerar mucho más modernos y actualizados.
Todos ellos son válidos a la hora de invertir el tiempo de forma eficaz y divertida. Descubre algunos de los juegos de mesa más conocidos para no aburrirte en casa y, por qué no, disfrutar de un rato agradable también con los más pequeños.
4Celestia, uno de los mejor diseñados
Celestia es uno de esos juegos de mesa sencillos pero que llaman la atención por su diseño. Además, es válido para que pueda jugar un número interesante de personas. Te enganchará por sus giros de trama repentinos, pudiéndote incluso llegar a sentirte engañado por tus compañeros. El juego se irá desarrollando en un barco volador realizado a base de un cartón precortado. Al comienzo, los jugadores pondrán dentro sus piezas, así indican que están a bordo.
Conforme el barco va flotando por medio de una serie de islas, la tripulación se enfrentará a peligros cada vez más fuertes que son seleccionados por puro azar a través de los dados. Estos deben ser derrotados por el capitán, conformado por uno de los jugadores, que se irá rotando. Cada tirada, aquellos pasajeros que no estén capitaneados deben decidir si saltar o no la isla actual, cobrar la recompensa o estar a bordo y poder conseguir una recompensa mayor en otra isla.
Eso sí, hay que tener cuidado con los peligros que nos esperan en otras islas. Podemos fracasar, estrellarnos o que, simplemente, esa recompensa no exista. Es cosa de tener suerte y gestionar los poderes lo mejor que podamos. También hay que pensar en todo momento cuándo llegará nuestro turno de ser capitán. Podemos jugar con todo eso a nuestro favor (o no).