El chocolate es uno de los productos más codiciados del planeta, tanto por su sabor como por sus propiedades. España ocupa el lugar 13 del ranking de países que más consumen por persona/año, justo por delante de nuestros vecinos de Portugal (1.1 kg/año). Los países con mayor consumo de chocolate son Suiza (9Kg por persona y año), Alemania (7.9 kg), Irlanda y Reino Unido (7.5 kg), Noruega (6.6 kg), y Suecia (5.4 kg).
Pese a que el chocolate lleva décadas y décadas en las despensas de muchos hogares en todo el planeta, aún hay serias dudas de cómo se puede conservar de forma adecuada. Algunos prefieren mantenerlo a temperatura ambiente, incluso en verano. Otros lo guardan en el frigorífico para que mantenga su consistencia. ¿Quién tendrá la razón? ¿Dónde se debería guardar para que su sabor no se vea comprometido?
2¿Qué es el chocolate?
El chocolate es un alimento que proviene del cacao, una especie de árbol que se encuentra originalmente en América y que produce un fruto muy particular donde están las pepitas de cacao empleadas para la elaboración de multitud de productos derivados de éste.
Ya era conocido y usado desde la época de los mayas, aztecas e incas, y con la conquista se extendería por Europa y el resto del mundo, siendo ahora uno de los productos más codiciados. Además, es usado tanto para alimentación como para otros fines médicos por sus propiedades.
A partir de ese fruto se puede obtener la manteca y la pasta de cacao para preparar el chocolate. Si no se adultera (o se hace en menor medida), se obtiene el chocolate negro que es amargo. Cuando se añaden otros productos como el azúcar, la leche, etc., se obtiene un chocolate menos saludable, aunque de sabor mucho más agradable.
Por otro lado está el chocolate blanco, que no se elabora de forma muy diferente al negro. Se suele decir que el chocolate blanco proviene de un cacao de calidad superior al negro. Pero la diferencia más importante es que se elabora usando manteca de cacao sin sólidos de cacao (pasta). A eso se le agregan la leche, azúcar, etc., con una proporción de un 20% de manteca de cacao y un 14% de sólidos lácteos, 3.5% de grasa de leche, y en torno al 55% de azúcar. De ahí su increíble sabor…