La jubilación es una prestación pública aportada como compensación tras una vida laboral. Esta paga se calcula en función de los años cotizados y de lo que se ha aportado a las arcas públicas. Por lo general, se tiene que cotizar al menos 15 años como mínimo para poder acceder a ella. No obstante, muchas personas no pueden llegar a esa cifra de cotización a la Seguridad Social. En estos casos, en principio, no se reunirían los requisitos mínimos para poder disfrutar de esta paga. En cambio, todas esas personas no quedarán totalmente desamparadas…
3Requisitos para la jubilación no contributiva
En caso de tener que acceder a una pensión de jubilación no contributiva, se necesita ser español o nacionalizado en este país. Es decir, se debe tener la residencia legal en España. Ese es uno de los requisitos fundamentales.
Además de no haber podido llegar al mínimo cotizado de 15 años, y de tener la nacionalidad, también hay que cumplir otros requisitos. Otro sería el de carecer de ingresos suficientes. En 2020 se toma como referencia un mínimo de 5.538,40€/anuales, aunque si se convive con más familiares la suma de ingresos y rentas obtenidas por todos los miembros de la unidad económica de convivencia podría llegar a cifras mayores (9.414,28€/año para dos personas, 13.292,16€/año para tres, y 17.169,04€/año para cuatro o más), pero no superarlos.
Esas son las cifras establecidas por el sistema para los hogares en los que el beneficiario de la jubilación conviva sólo con su cónyuge y/o parientes de sangre de segundo grado (hijos, nietos, hermanos, abuelos o padres). Pero si entre los parientes consanguíneos se encuentra alguno de los padres o hijos del beneficiario, entonces los ingresos o rentas máximas anuales pueden llegar a los 23.538,20€/año, 33.230,40€/año, y 42.922,60€/año para 2, 3 y 4 convivientes respectivamente.
Y, por supuesto, para que te den dicha pensión de jubilación no contributiva tendrás que tener 65 años o más.