Siemens Gamesa se apunta una subida de más del 60% y se afianza como el tercer valor más alcista del Ibex 35 este 2020. Solo la semana pasada, sus acciones se revalorizaron un 6%. La victoria de Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos ha dado alas al valor, que apenas ha notado el impacto de los resultados presentados el pasado jueves 5 de noviembre. Y eso que las pérdidas de 918 millones de euros anunciadas por la compañía, son las mayores desde su fusión.
El acelerón en Bolsa también coincide con la llegada del nuevo consejero delegado, Andreas Nauen. Cuando el pasado 17 de junio, Markus Tacke (el entonces CEO) cesó de su puesto después de tres años, el mercado reaccionó con una importante caída del 7,6%. También es cierto que ese día la energética anunció un profit warning.
Ya sea porque los inversores descontaron entonces que sus beneficios se verían lastrados por la crisis del covid-19, o porque los nuevos planes de Nauen convencen, lo realidad es que desde que está al frente de la firma, sus acciones han repuntado un 66%. Desde los 14 euros hasta los 25,3. De hecho, sus títulos se acercan a los máximos históricos de noviembre de 2007 y superan los pronósticos de todas las casas de análisis. Goldman Sachs fue de las últimas firmas en elevar su precio objetivo (hasta los 25,4 euros por acción).
PÉRDIDAS HISTÓRICAS
Los resultados del fabricante de aerogeneradores, surgido en 2017 de la fusión de Gamesa con la división eólica de Siemens, han sido históricos. Al cierre del ejercicio fiscal 2020, que va de octubre a septiembre, registraba unas pérdidas de 918 millones frente al beneficio de 140 millones de 2019, los 70 millones de 2018 y otros 70 millones de su primer ejercicio fiscal tras la fusión.
Tal y como adelantamos en MERCA2, además de sufrir el deterioro de su negocio con retrasos en varios proyectos en los países nórdicos, India, uno de sus principales motores de crecimiento, se ha convertido en su talón de Aquiles. Primero por un régimen regulatorio cambiante y últimamente por las estrictas medidas de confinamiento.
Así, sus cuentas, reflejan la continua ralentización del mercado indio y los sobrecostes en la ejecución de proyectos en el norte de Europa, todo ello acentuado por el impacto de la crisis sanitaria. Con todo, la pandemia mundial tuvo un impacto negativo en sus ventas de aproximadamente 1.000 millones de euros por la menor actividad comercial y los retrasos en la ejecución de los proyectos.
De su lado, Siemens Gamesa registró durante el ejercicio una entrada de pedidos récord de 14.736 millones de euros, con un incremento del 15,6%. De esta manera lograba cerrar septiembre con una cartera de pedidos de 30.248 millones de euros.
LOS PLANES DE NAUEN
Andreas Nauen anunció en agosto el plan estratégico 2021-2023, que tiene como objetivo mantener el crecimiento rentable en Offshore (eólica marina) y Servicios. Además de dar la vuelta al negocio Onshore (eólica terrestre). La empresa espera alcanzar unas ventas de entre 10.200 y 11.200 millones de euros en 2021 y crecer más rápido que el mercado para 2023.
La pasada semana, durante la presentación de resultados aseguraba que Siemens Gamesa tiene una “enorme tarea” por delante para dar un giro a la compañía, especialmente en el sector terrestre, pero justificaba que desde que está al frente de la empresa ya ha tomado muchas medidas para abordar los desafíos a los que se enfrenta con el fin de que vuelva a un crecimiento rentable lo antes posible.
En India, por ejemplo, han reducido su plantilla en unas 200 personas y vendrán más ajustes. “Las negociaciones están en curso con los representantes de los trabajadores, por lo que aún no se puede dar una cifra total final”. Nauen explicó que la pandemia había hecho que el año fuera aún más desafiante para Siemens Gamesa, por eso necesitan hacer “todo lo posible» para que la empresa vuelva a ser competitiva.
EL EFECTO BIDEN
A pesar del impacto significativo del covid-19 (con interrupciones en la cadena de suministro de China en el segundo trimestre, y los cierres temporales de plantas en España e India en el tercer trimestre) el mercado energético continúa su transición hacia un modelo sostenible en el que las energías renovables juegan un papel fundamental gracias a su creciente competitividad.
En este contexto, Siemens Gamesa aceleró su compromiso con los principios ESG y este año consiguió ser neutra en carbono, pese a que su objetivo era hacerlo en 2025, además de alcanzar un consumo eléctrico 100% renovable. Incluso ha introducido criterios de sostenibilidad en toda su estrategia de financiación. Su meta ahora es alcanzar las cero emisiones netas en 2050.
Precisamente estos avances juegan a su favor en Estados Unidos, pues Joe Biden prometió durante la campaña electoral una economía más verde y un importante impulso para las empresas de energía limpia. De hecho, las principales empresas estadounidenses vinculadas a las renovables como FirstSolar o Plug Power cotizan en máximos históricos desde hace días.
Y teniendo en cuenta que en el país dependen bastante de las empresas extranjeras tanto en industria solar como eólica (según Reuters, el 84% de las instalaciones fotovoltaicas instaladas en 2019 procedían del exterior) las energéticas europeas también están disparadas en Bolsa.
Biden ha prometido una «revolución de energía limpia” que traerá consigo millones de empleos y una inversión de dos billones de dólares. De manera que la victoria del candidato demócrata le ha dado a Siemens Gamesa un fuerte impulso en Bolsa que le lleva por encima de los 17.200 millones de euros de capitalización bursátil.