Que un autónomo tenga deudas no es nada extraño. El problema viene cuando las obligaciones pendientes superan la capacidad económica del endeudado, porque en este caso se vuelve imposible o casi imposible hacer frente al pago de las deudas. Es entonces cuando se puede acudir al proceso de Segunda Oportunidad.
En el año 2015 se aprobó la Ley 25/2015, de 28 de julio, que regula el mecanismo de segunda oportunidad, la reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social, norma a la que comúnmente conocemos como Ley de Segunda Oportunidad. Su principal característica es que es de aplicación a todo tipo de personas físicas, lo que incluye a los autónomos.
7Las deudas pueden reactivarse
Lo que muchos no tienen en cuenta es que esas deudas exoneradas no desaparecen del todo hasta pasados cinco años. Si dentro de ese lapso de tiempo la situación del autónomo mejora y tiene bienes suficientes como para pagar lo que debía, sus acreedores pueden acudir a los tribunales y pedir la reactivación de la deuda.
Si esto se produce, el autónomo tendrá que hacer frente a esas cantidades que en su momento quedaron sin pagar. Pero si su situación no mejora lo suficiente como para que esto justifique la reactivación de la deuda, pasados cinco años se produce la extinción definitiva y los acreedores ya no podrán reclamar nada.
El proceso de Segunda Oportunidad puede durar entre seis meses y dos años, dependiendo de la complejidad del caso, y tiene un coste para el deudor, porque debe pagar a su abogado y su procurador. A pesar de ello, es una muy buena alternativa para profesionales que se han endeudado demasiado y no saben cómo salir de la situación en la que están.
