La carne de pollo es la más saludable del mercado. Es rica en beneficios nutricionales para la salud y los consumidores lo saben, pues es una de las carnes más consumidas en nuestro país junto con el cerdo. El pollo parece ser fácil de comprar, pues su color ayuda. Cuando tiene un tono más bien amarillento, cuando no se trate de un pollo de corral, no se debe de comprar.
Este punto es entendible, pero hay otros muchos que no se saben y que sería importante conocerlos. Te vamos a contar las claves para poder elegir una carne de pollo perfecta. ¿Te lo vas a perder?
La carne de pollo: consejos
Cuando se va al mercado todos los consumidores ponen la carne en el asador para comprar los mejores manjares. La carne de pollo es un producto muy comprado, pero quizá no sabemos comprarla adecuadamente.
Para mantener el pollo en las mejores condiciones dentro de las estanterías de los supermercados estos siguen numerosas instrucciones que se nos escapan de las manos.
Cuando compres esta carne recuerda que debes de meterla en el carrito lo último. Cuando se saca de la refrigeración comienza a estropearse, aunque no te des cuenta a simple vista.
Usa siempre bolsa térmica para la carne de pollo
Siempre que compres la carne de pollo usa una bolsa térmica para que no rompa la cadena del frío en ningún momento.
Sí no se va a consumir la carne de pollo en las próximas 36 horas después de ser comprado, lo mejor que se puede hacer es congelarla.
Hay que seguir ciertos consejos para comprar la carne de pollo.
Hay que evitar que la carne entre en contacto con otros alimentos. Se guardará en un recipiente y se colocará en la zona más fría de la nevera.
Evita que la carne de pollo entre en contacto con otros alimentos, guárdala en un recipiente y colócala en la parte más fría de la nevera.
Tono de la carne de pollo
Cocinar el pollo bien para poder asegurar que se destruyen toda las bacterias es muy importante. Más tarde no se debe de dejar a una temperatura ambiente. Recuerda que la carne de pollo cuando no está cocinada en la nevera no dura más de dos días. Después de esto no se debe de comer si no se quiere caer enfermos.
Hay que mirar bien el color del pollo. El tono amarillento por los bordes dictará si está bien o no. Las pechugas deben de estar limpias y no tener ningún fleco de grasa por ningún lado. Las demás piezas deben de seguir este consejo. La textura debe de ser compacta. No se debe de comprar nunca una zona que esté demasiada blanda al tacto.
Según una legislación, la carne se debe de conservar a una temperatura que esté por debajo de los 4 grados. Esto ayudará a que las bacterias no consigan proliferar.
Otros puntos de interés
La carne que está envasada tiene siempre más microorganismos aerobios. Por eso, el envasado no sirve para mejorar la vida de la carne de pollo. En lo que respecta al pollo no hay que tener tan en cuenta la fecha de caducidad como sí el aspecto.
La industria de la carne se ha industrializado mucho, por lo que el sacrificio se ha mecanizado. Esto implica que en el proceso de producción de la carne de pollo, el alimento que se consume puede contaminarse. Un estudio de la OCU revela que en el 80% de las muestras tiene contaminación fecal del propio animal.
Se han analizado también la presencia de estafilococos, campilobácter y salmonella. La primera suele estar en la piel de los pollos, pero según el estudio también se mantiene a raya.