Estados Unidos tiene una legislación sobre alimentación bastante más relajada en cuanto a salud se trata si se compara con Europa. Aquí las medidas sobre los ingredientes y dosis que se venden al consumidor son mucho más restrictivas para cuidar tu salud. No obstante, eso no significa que tanto en un lugar como en el otro, en el pasado se hayan comercializado productos terroríficos de todo tpo, como pastas de dientes que causaban muertes, etc.
Poco a poco la medicina ha ido avanzando, y la medicina que hace unas décadas era normal y se creía que funcionaba, ahora les parece auténticas barbaridades a la comunidad médica. En cambio, en otros productos como la alimentación ha venido ocurriendo lo inverso. Es decir, antes los alimentos eran mucho más sanos y poco a poco se han transformado en amenazas para la salud. Con grasas transgénicas, más grasas, azúcares, y una cantidad de aditivos alarmantes…
8Aguas radiactivas y más

Hubo también tónicos y aguas radiactivas que aseguraban tener efectos para tu salud. Revigator era una jarra para irradiar el agua, muy popular en los años 20-30. Su fabricante alentaba: «Rellena la jarra cada noche con agua, los millones de rayos penetran en el agua para formar ese saludable elemento que es la radioactividad. Al siguiente día, toda la familia dispone de 6 litros de auténtica y saludable agua radioactiva. Bebe tranquilamente cada vez que tengas sed hasta completar una media de 6 vasos al día«. Sí, eso era así…
No solo Estados Unidos tuvo estos productos terroríficos, también hubo otros países como Francia que comercializaron Provaradior. Un potente revitalizante para animales de granja, que aseguraba que crecerían más rápido y fuertes gracias al radio.
También hubo otras barbaridades como juguetes radiactivos. Uno estuvo a la venta en 1952, por un coste bastante elevado, el equivalente a 35€ actuales. Pero no duró demasiado en el mercado. El motivo es que usaba cuatro tipos de mineral de uranio, una fuente de radiación beta-alfa (Po-210), fuente beta (Ru-106), fuente de rayos gamma (Zn-65), espintariscopio, cámara de niebla con fuente propia alfa (Po-2010), electroscópio, contador Geiger para medir radiación, y manual.
Juguetes radiactivos Pero no todo queda ahí, aunque el uso de la radiactividad en cosméticos y medicinas acabó sus días pronto, en otros productos como los juguetes seguía estando presente. Un ejemplo es este pequeño laboratorio que era uno de los más elaborados que se fabricaron. Estuvo a la venta hasta 1952, por su elevado coste (unos 35€) fue corto su periodo de vida.