Pocas cosas son más representativas de nuestra cultura gastronómica que las tapas, esos aperitivos que se toman acompañados de una bebida, generalmente a mediodía, o un poco antes de almorzar. Es un momento placentero, de relax, disfrute y buena conversación que nos encanta, pero puede estar asociado al consumo de alimentos procesados, poco saludables y que contribuyen a una ingesta extra e innecesaria de grasas y calorías. Las patatas fritas, las galletitas saladas, los frutos secos fritos y salados, embutidos, callos, croquetas… son algunas de esas tapas que habría que limitar.
3PULPO A LA GALLEGA
Quien visita Galicia tiene una cita obligada con unas buenas tapas de pulpo a la gallega. Es un plato tan sencillo como exquisito y solamente lleva pulpo y patatas cocidas sazonados con aceite de oliva (si es virgen extra, mejor) y pimentón. Una ración de aproximadamente medio platito de postre, contiene alrededor de 138 kcal y 8,6 gr de grasas. De nuevo, esta tapa contiene patata que al ser cocida, tiene muy pocas calorías y nada de grasas. En cuanto al pulpo, también es bajo en calorías y apenas tiene colesterol, comparado con otros productos de mar. Además tiene selenio y vitamina B2, entre otros nutrientes. ¿Y qué decir del pimentón? Esta especia aporta vitamina A, licopeno, vitamina K, hierro y algo de fibra.