Nueva Carteya es una pequeña localidad cordobesa que, como una gran parte de los municipios españoles, se ha visto obligada a incrementar la capacidad de su cementerio. Aunque con una particularidad, sus obras están enfocadas a dar una respuesta a la segunda ola de contagios. En concreto, el consistorio sacó a concurso público recientemente la «concesión para 128 nichos» en el cementerio municipal. Desgraciadamente, ese caso aislado se está volviendo habitual en toda España. Incluso, proliferan aquellos en los que las construcciones para ampliar los nichos y columbarios han abarcado una primavera y un otoño negro. Quizás el día más funesto en la fecha más triste.
España vivirá este próximo 1 de noviembre un ‘Día de Todos los Santos’ más chocantes de su corta historia democrática. Así, los pocos visitantes que se acerquen a los cementerios para visitar a sus seres queridos se verán rodeados entre fuertes medidas de seguridad y obras. Muchas obras. Unas corresponden a las necesidades provocadas por las muertes tras la primera ola de covid-19, otras son las recién iniciadas para incrementar (por primera vez o de nuevo) la capacidad existente en los mismos.
Uno de los epicentros que más gente atraerá durante el próximo 1 de noviembre es, sin duda, el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena. El campo santo madrileño ya tuvo que reforzar su capacidad el pasado mes de julio para albergar a más fallecidos de los inicialmente esperados por el fuerte golpe de la pandemia en primavera. Ahora, se ha visto obligado, de nuevo, a impulsar mejoras y a incrementar la disponibilidad de columbarios. No es el único. A poco más de 100 kilómetros, en Ávila, el consistorio de la urbe presupuestó 120.000 euros para «la construcción de nuevas fosas, nichos, columbarios y similares».
LA ALMUDENA SE GASTARÁ MÁS DE 1M€ EN MEJORAS SOLO EN 2020
La ciudad castellanoleonesa prefirió sacar el contrato con una duración de dos años, 2020 y 2021, e incluso abre la puerta a una nueva prórroga para periodo siguiente. En otras palabras, que el consistorio espera seguir ampliando la capacidad del cementerio municipal por encima de lo habitual por lo menos hasta el 2022. En tierras andaluzas, Córdoba destinó cerca de 270.000 euros para la «rehabilitación de nichos y urbanización en el cementerio municipal de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba». En Altea, una localidad alicantina, el presupuesto para el proyecto de ampliación de su campo santo ascendía a casi 120.000 euros.
Aunque pocos cementerios en España han destinado más dinero a ampliaciones que el madrileño de la Almudena. En concreto, allá por julio la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, que es la encargada de su funcionamiento, sacó a concurso la construcción de hasta 1.936 columbarios, el número parece tener también miga, para dar cabida al exceso de mortalidad en la región a causa de la covid-19. Ahora, varios meses después la Empresa Municipal ha sacado otro contrato para reestructurar y habilitar un par de decenas de nichos con un coste de 850.000 euros.
Así, el adjudicatario de la obra, Asfaltos Vicalvaro, deberá «reestructurar y rehabilitar 265 nichos en la 2ª Meseta del cementerio de La Almudena». Una obra que viene motivada principalmente “por las necesidades actuales”. Pero no es la única medida de refuerzo. La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid también ha previsto la contratación de un mayor número de furgones, coches fúnebres, para su uso en los próximos meses. Además, de un aumento importante en el número de personas contratadas.
EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS ENTRE ESTRICTAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
El Ayuntamiento de Madrid decidió mantener abiertos los cementerios durante los próximos días, aunque lo ha hecho bajo estrictas medidas de seguridad. Una de las novedades más destacables que ha propuesto el consistorio será el uso de drones para cerciorarse de que se cumple el aforo fijado en el 50%. En la Almudena, todas las entradas permanecerán abiertas, y se acondicionará un doble vial de entrada y salida tanto para vehículos como para personas, al igual que ocurrirá en la entrada del Pórtico de O’Donell.
En el dispositivo policial participarán hasta 300 agentes diarios que vigilarán las entradas y salidas, a los que hay que sumar un incremento de la seguridad privada también en otros cementerios municipales madrileños de menor afluencia –Fuencarral, Vallecas, El Pardo o Canillas–. Además de evitar posibles alteraciones de la convivencia, tendrán otra misión: perseguir la venta ambulante e ilegal de flores, una práctica que se produce habitualmente en las inmediaciones de los recintos, en muchas ocasiones desde vehículos particulares. En definitiva, todo parece dispuesto para recibir a parte de los 100.000 visitantes madrileños que suelen acercarse a los campos santos en estas fechas.