Cada vez son más los autónomos que descubren las bondades que tiene delegar ciertas tareas en manos de otros especialistas. Esto les permite tener mucho más tiempo para dedicarlo a aquello en lo que están especializados y además reduce notablemente sus niveles de estrés. Aunque puede parecer que tiene un coste muy elevado, lo cierto es que hoy en día se puede contratar un asistente virtual por un módico precio.
Sin embargo, si nos ponemos a buscar profesionales de este tipo nos encontramos con cientos de anuncios, ya que es una de las profesionales digitales que más de moda están. Y, como es lógico, no todos los que están disponibles para trabajar tienen la misma experiencia ni los mismos conocimientos. Dado que el autónomo no tiene tiempo para invertirlo en formar a una persona que trabaja externamente, necesita alguien que desde el primer día sea capaz de hacer su trabajo con diligencia y eficacia. Por eso, vamos a ver cómo encontrar a la persona más adecuada.
6¿Cómo empezar a trabajar con un asistente virtual?
La relación entre el autónomo y su asistente remoto suele estar basada en un contrato mercantil que es el que define las obligaciones de ambas partes. Es en este documento donde se detallan las funciones que asume el asistente y se indican el número de horas que trabajará a diario, porque lo normal es que un profesional de este tipo divida su jornada entre varios clientes.
Para que la relación sea positiva para ambas partes lo primero que hay que hacer es asegurarse de que el asistente tiene bien claro cuáles son sus funciones y cómo debe realizarlas. En estos casos suele ser importante hacer una reunión presencial o mediante videoconferencia para poner al asistente al día sobre lo que se desea que haga.
Aunque el asistente trabaja de forma remota, hay que poner a su disposición todas las herramientas y datos que pueda necesitar. Por ejemplo, las claves para acceder al programa de contabilidad o las claves para acceder a las redes sociales del autónomo y poder realizar así la gestión de las mismas.
Para un autónomo que está acostumbrado a trabajar solo las primeras semanas contando con la ayuda de otra persona suelen ser un período de adaptación, pero en poco tiempo se comprueban los resultandos beneficiosos de tener esa ayuda extra y el autónomo es por fin consciente de que ha hecho una buena inversión que es positiva tanto para él a nivel personal y profesional como para su negocio.