sábado, 14 diciembre 2024

Banco de España constata que la banca resistiría a un escenario adverso de crisis

El Banco de España ha constatado en su prueba de estrés que el conjunto del sector bancario español sería capaz de resistir el impacto de la crisis del Covid-19, en parte, gracias a las medidas de apoyo, si bien ha anticipado efectos negativos sobre sus ratios de solvencia.

La edición de otoño del Informe de Estabilidad Financiera alerta de que la segunda ola del coronavirus puede retrasar la recuperación económica e incrementar los riesgos derivados de la pandemia, entre los que sitúa la baja rentabilidad de las entidades bancarias y el potencial deterioro de su solvencia.

Los dos escenarios que utiliza el test de estrés del Banco de España son una caída del PIB del 1,6% para el periodo 2020-2022 (escenario base) y del 5,7% (escenario adverso), mientras que las entidades se dividen en tres grupos: las que están sujetas a la supervisión directa del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y que cuentan con una actividad internacional más significativa, el resto de entidades supervisadas directamente por el MUS y aquellas bajo supervisión directa del Banco de España (de menor tamaño y sin actividad internacional destacable).

El primer grupo de entidades, que parten de una ratio CET1 de 11,9%, experimentarían en 2022 una disminución de su ratio de 2 puntos bajo el escenario base (hasta 9,9%) y de 3,9 puntos en el escenario adverso (hasta 8%).

Por su parte, el resto de entidades bajo supervisión directa del MUS, que parte de una ratio CET1 del 13%, terminaría 2022 con una ratio del 12% en el escenario base (-1 pp) o del 8,4% en el escenario adverso (-4,6 pp).

Finalmente, las entidades bajo supervisión nacional directa, que parten de una ratio de 17,9%, ven aumentado su ratio en 0,8 puntos en el escenario base, hasta el 18,7%, y la reducen en 1,3 puntos en el adverso, hasta 16,6%.

Según ha explicado el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada, este tercer grupo de entidades, que mejoran su posición de solvencia en el escenario base y obtienen la menor reducción en el escenario adverso, tienen un modelo de negocio más sencillo y conservador en cuanto a productos, con un mayor peso de préstamos hipotecarios y tenencia pública, así como un limitado alcance geográfico.

De su lado, el primer grupo puede permitirse partir de unos niveles de capital menores gracias a la diversificación de su negocio. «Tienen otras que les permiten absorber con menores pérdidas las perturbaciones que reciben. Es importante mirar los niveles de capital, pero también la capacidad de absorción de shocks de las entidades», ha apuntado.

A raíz de los resultados del test, el Banco de España concluye que el sector bancario español se muestra «capaz de resistir el elevado impacto económico de la crisis sanitaria, con el apoyo del efecto mitigador de las medidas implementadas por las autoridades económicas».

De hecho, el informe advierte de que una reducción o modificación de los programas de apoyo económico y financiero, así como la persistencia de los efectos negativos de la pandemia sobre la actividad económica, supondría un desafío adicional significativo a la solvencia del sector.

EFECTO DE LAS MEDIDAS MITIGADORAS

El Banco de España ha valorado que las medidas de respuesta a la crisis han permitido absorber el impacto inicial del shock, siendo necesario «evaluar detalladamente las medidas ya implementadas, manteniendo las que se hayan probado más eficaces mientras la recuperación no sea suficientemente autosostenida, y graduándolas para acompañar al crecimiento de la actividad».

Además, Estrada ha avisado de que el deterioro crediticio supondrá que la banca tenga que dotar más provisiones por el aumento de morosidad, lo que se reflejará en su cuenta de resultados.

La prueba de estrés se ha utilizado para estimar el impacto de las medidas de respuesta a la crisis implantadas por las autoridades económicas sobre la solvencia de los bancos españoles, como son los avales ICO, el nuevo programa TLTRO del BCE, el veto al dividendo, las moratorias de crédito o la reforma rápida de la normativa sobre requerimientos de capital.

La provisión de avales públicos al crédito empresarial tiene un impacto mitigador significativo sobre el consumo de capital del sector bancario, absorbiendo un 30,2% en un supuesto intermedio del escenario base y un 27,7% en el escenario adverso, lo que se traduce en una mejora de 1,5 puntos en la ratio CET1 en el primero y de 1,7 puntos en el segundo.

El veto a los dividendos y el nuevo programa TLTRO también tendrían un efecto positivo, pero menor que el de los avales. Bajo la hipótesis de que el programa del BCE se mantiene en vigor hasta 2022, se estima que el volumen de ingresos adicional implicaría una mejora de la ratio de CET1 de 0,37 puntos en el escenario base y de 0,38 puntos en el adverso, mientras que el la restricción al dividendo permitiría ganar entre 0,45 y 0,56 puntos de ratio CET1 en el escenario base y de entre 0,32 y 0,53 puntos en el adverso.

El director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España ha resaltado durante la presentación del informe la importancia que ha tenido la recomendación de no pagar dividendos y ha recomendado «ser muy prudente» en este sentido, debido a la incertidumbre que todavía pesa sobre la economía. «Parece mucho más razonable acumular lo que podamos y, en caso de que las cosas vayan mejor de lo esperado, soltarlo», ha sostenido.

De su lado, las moratorias tendrían un efecto positivo a corto plazo sobre la solvencia, pero sería transitorio y no se incorpora en la ratio estimada por el Banco de España para 2022. De hecho, el organismo ve probable que, una vez termine el periodo de carencia, exista «un riesgo elevado de que dichos hogares pasen a una situación de dudosidad si no se ha normalizado la actividad económica», ya que son las familias más vulnerables las que han recurrido a esta medida.

FUSIONES, INSTRUMENTO ÚTIL CONTRA LA CRISIS, PERO NO EL ÚNICO

En este escenario de incertidumbre, el Banco de España estima conveniente que las entidades mantengan una actitud vigilante sobre la evolución de su activo, adopten una gestión del riesgo flexible y favorable a la recuperación de la actividad y exploren cauces eficaces para mejorar su eficiencia.

Sobre este último punto, el Banco de España afirma que las entidades tienen margen para mejorar su eficiencia, recortando costes y utilizando más intensivamente las nuevas tecnologías. En concreto, apunta que los procesos de consolidación del sector bancario «podrían ser un instrumento útil de respuesta a la crisis, siempre y cuando las entidades presenten un plan de negocio que genere valor y permita aprovechar las sinergias existentes».

El organismo cree que las operaciones transnacionales europeas permitirían profundizar en la Unión Bancaria, incorporar mayores posibilidades de diversificación y mejorar los incentivos para la digitalización, si bien tendrían un impacto inmediato más reducido en la reducción de costes.


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