La sal últimamente está siendo «perseguida», junto con el azúcar, en esta vorágine de comida sana y cuidar tu organismo. Pero como todo la virtud está en medio y ni debes de abusar pero tampoco dejar de tomar, en este caso sal. Pero lo que nos ocupará ahora es que, una vez aclarado esto, qué tipo de sal conviene en cada caso y cuál usar: si la fina o la gorda.
La sal potencia los sabores de los platos, y además es imprescindible para el organismo. Pero si consumes la primera que tomas en el supermercado, ya es hora de que conozcas cada tipo de sal, sus beneficios y de qué forma se usa en la cocina. La vida requiere de este aditivo y hay que evitar lo soso, y más en los tiempos que corren.
3La flor de sal
Es el llamado «caviar de las sales», propia de la alta cocina y favorita de tantos chefs. Es la más rica en oligoelementos marinos y minerales como zinc, magnesio o calcio, que el organismo necesita en pequeñas cantidades. Se forma en las capas más superficiales de las salinas cristalizando de forma natural al evaporarse el agua de éstas y su recogida se realiza de forma artesanal, a mano y con utensilios de madera.
Es una sal ideal para cualquier tipo de ensalada, verduras poco cocinadas y las carnes al grill. Una que no falta en cualquier restaurante de postín y que se vende en cualquier sección gourmet. Si quieres el toque de calidad, ésta es la sal.