La miel es uno de los productos naturales más apreciados. Y no solo por el sabor dulce, su textura y versatilidad, sino también por las numerosas propiedades que se le han encontrado a este producto. Como potencial antibacteriano, antioxidante natural, un saludable sustituto del azúcar, fuente de proteínas, mejora la digestión, para aliviar la tos o problemas de garganta, ayudar al sistema inmunitario, etc.
Al ser algo tan preciado, muchos productores de miel adulteran (mezclas con azúcar, siropes baratos, etc.) sus productos para abaratar precios y venderte algo que realmente no es miel 100% o cuya procedencia no es europea. Además, los etiquetados son a veces muy confusos, y podrían estar vendiéndote algo que no es realmente lo que estás buscando…
4Miel de flores vs de abeja
Por último, aclarar la duda de si la de flores es lo mismo que la de abeja o hay diferencias. Si compras algún producto que venga etiquetado como miel de abeja, de flores, o de mil flores, estarás realmente ante el mismo producto. Por tanto, eso no es importante para elegir.
Los engaños están realmente en lo que he citado en el apartado anterior. Así que no debes preocuparte por esas designaciones.
Por lo general, si especifica que es miel de flores o de mil flores estará indicando que es miel producida por las abejas a partir del néctar de diversas flores, como puede ser el tomillo, brezo, romero, flor del castaño, flor del naranjo o azahar, el tilo, eucalipto, de zarzamora, etc. Es decir, es una miel con néctar de multitud de flores diferentes, siendo la más habitual en el mercado.
En cambio, si especifica el tipo de flor, como por ejemplo miel de romero, de eucalipto, de tomillo, de azahar, etc., entonces te estará indicando que es igualmente una miel producida por abejas, pero principalmente el néctar usado proviene de esa flor concreta y no de otras. Este tipo de mieles pueden tener un sabor ligeramente diferente y propiedades también específicas.
Por ejemplo, la de eucalipto puede tener mayores propiedades expectorantes para problemas gripales, resfriado, etc. La de romero es beneficiosa para el intestino, depura el hígado, mejora la digestión en el estómago, etc. O la de tomillo puede ayudar a las infecciones, a la tensión arterial, o ser un buen antiséptico. Es decir, cada tipo de flor aportará sus propiedades específicas…
