El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, confirmaba este miércoles, durante la presentación de resultados del tercer trimestre del año, que tras la integración con CaixaBank (se espera a finales de marzo) se sentarán con los sindicatos para negociar ajustes tanto en la red de oficinas, como en la plantilla.
Sevilla explicaba que el proceso será similar al que llevaron a cabo tras la integración de BMN. Por ello, cuando las dos entidades estén fusionadas, el primer paso será acordar con los representantes de los trabajadores este proceso de salida.
En este sentido, el CEO adelantaba que «buena parte» de la plantilla estará condicionada a la integración tecnológica, «pero no toda». Lo mismo ocurrirá con la red de oficinas, donde «lógicamente habrá reducción» afirmaba. El exceso de capital de Bankia se utilizará para realizar los ajustes de la fusión, que buscan, en definitiva, generar una entidad más rentable en el futuro.
SANTANDER TAMBIÉN HARÁ AJUSTES
La semana grande de la banca (cinco entidades del Ibex presentan cuentas en estos días) está trayendo cola. Pues este mismo martes, el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, también adelantaba que “habrá ajustes en la plantilla de toda Europa».
La entidad tiene en marcha un plan de ahorro de costes de 1.000 millones de euros para los próximos dos años en España, Portugal, Reino Unido y Polonia. Y lo harán a través de tres iniciativas: la integración de Santander Consumer Finance y Openbank, la creación de una de las mayores plataformas de pago en el mundo y One Europe. Pero este proceso traerá de la mano «ajustes de plantillas en todos los bancos”, aunque primero habrá conversaciones con los sindicatos y se harán de acuerdo con ellos y de forma correcta, “como en anteriores procesos”.
Álvarez evitaba dar una cifra exacta y declinaba que las salidas vayan a ser “traumáticas”. Pues hasta ahora, siempre se han llevado a cabo mediante acuerdos, “viendo los deseos legítimos de los empleados y respetado aquellos que quieran salir”.
FUSIÓN Y NO OPA
El CEO de Bankia, también aclaraba que en ningún momento se analizó una OPA con CaixaBank porque es «el camino más complejo y dilataba la operación». Además, no era la estructura jurídica que querían, porque «genera retrasos temporales». Mientras que la fusión «responde mejor a las dos entidades». «No hay detrás un gran debate táctico», apuntaba.
También explicaba porque han decidido fusionarse con CaixaBank y no con el Banco Sabadell. «Teníamos una propuesta de los accionistas e CaixaBank, pero nunca la hemos tenido de Sabadell». Por eso analizaron la de la primera, vieron que la operación «tenía sentido y valor» y actualmente están convencidos de que para Bankia, «Caixa es un partner perfecto» porque tienen muchos temas comunes en la estructura de negocio. «Aunque seguro que con Sabadell también estaríamos contentos», señalaba.
Respecto al dividendo, el consejero matizaba que si Banco Central Europeo acaba levantando el veto retribuir a los accionistas a partir de enero, Bankia no podría hacerlo por su cuenta. Pues se comprometió con CaixaBank a no realizar ninguna distribución hasta que la operación esté cerrada, si bien, esto afectaría a la ecuación de canje final.