Fútbol y cine son dos espectáculos que encandilan a las masas, pero no logran formar el tándem perfecto. La cultura tradicional de disfrutar de un partido de fútbol con los amigos en un bar se está viendo muy afectada por los efectos del covid-19 y las medidas restrictivas que están imponiendo el Gobierno y las autonomías para frenar los contagios. Las salas de cine podrían convertirse en la opción más segura para disfrutar de estos eventos deportivos, pero la exclusividad en los derechos audiovisuales impide este matrimonio.
Para los cinéfilos, acudir a las salas de cine es tan apasionante como para los futboleros acudir al campo de juego. Pero la pandemia ha provocado un frenazo en seco en la actividad económica de la gran mayoría de industrias de ocio y entretenimiento alrededor del mundo. Y con el decreto del estado de alarma en España a mediados de marzo, las salas de cine se vieron obligadas a echar el cierre por primera vez en la historia.
Tras un 2019 histórico para la industria del cine en España, alcanzando los niveles de asistencia más elevados de la última década, con 105,5 millones de espectadores y unos ingresos cercanos a los 625 millones de euros, ha situado a las salas de cine como la mejor opción de ocio cultural fuera de casa.
LA EXCLUSIVIDAD DE LOS BROADCASTERS
LaLiga descarta emitir los partidos de fútbol en la gran pantalla, pese a los buenos datos de las salas de cine, y que podría ser una gran oportunidad para que ambas partes repunten sus beneficios. Además, los cines se posicionan como espacios amplios, bien acondicionados y que permiten respetar la distancia social, aunque están sujetos a una limitación de aforo actualmente.
En declaraciones a MERCA2, desde LaLiga explican que el visionado de partidos en las salas de cine no es posible ya que las imágenes de juego de los partidos están sujetas a los derechos audiovisuales de sus operadores, tanto nacionales como Movistar, e internacionales, que retransmiten LaLiga en más de 90 países.
Sin embargo, en ciertas ocasiones sí que han realizado visionados multitudinarios de partidos en otros países con motivo de partidos especiales, como es el Clásico, el derbi de Sevilla, o el derbi catalán, entre otros, ya que cuentan con seguidores en todo el mundo.
En este sentido, para el Clásico disputado entre el FC Barcelona y el Real Madrid que se celebró este pasado sábado a las 16:00 horas, LaLiga organizó un montaje especial en lugares emblemáticos de seis continentes, como el Tower Bridge de Londres, el Red Fort en Delhi (India), la Sídney Opera House de Sídney (Australia), el Palacio de Navruz en Dusambé (Tayikistán), la Plaza del Souvenir en Dakar (Senegal), The Vessel en Hudson Yards, Nueva York (EEUU) y la Torre del Reloj en Cartagena de Indias (Colombia).
KINÉPOLIS Y LA DIVERSIFICACIÓN
Por su parte, en una entrevista para este medio, Kinépolis España sigue adelante con su estrategia de diversificación de contenidos y busca nuevos nichos de mercado. Además del visionado de películas, esta firma de salas de cine también ha realizado retransmisiones en directo de espectáculos de ballet y ópera, retransmisiones de obras de teatro y exposiciones, así como algún que otro evento deportivo de prueba de fútbol y motociclismo.
Como curiosidad, Grupo Kinépolis, de origen belga, retransmite en otros países los clásicos de Real Madrid-FC Barcelona, con un gran éxito. Sin embargo, en España no puede debido a los derechos audiovisuales, y lamentan que la cuestión de los derechos “es muy complejo y complicado”. Las condiciones económicas que les exigen son muy elevadas, y las principales salas de cine coinciden en que “no les sale rentable”. “Es una pena porque no podemos avanzar, ni por los derechos ni por los costes inasumibles”, critican.
Además, Kinépolis asegura que en España existe una cultura muy arraigada de ver los partidos de fútbol en el bar con los amigos, compartiendo opiniones sobre las jugadas e incluso descargando adrenalina en momentos de tensión. “Romper con esta inercia costaría bastante, aunque podría existir cierta ventana de oportunidad”, añaden.
Por otro lado, desde Kinépolis España aseguran que, al estar cerradas todas las opciones de ocio, las salas de cine se han convertido en la única alternativa asumible, próxima y segura”.
LOS CINES BUSCAN CONTENIDO ALTERNATIVO
Las principales firmas de cine buscan alternativas para subsistir, y algunas han encontrado un nuevo nicho de negocio en el segmento de las series. Por ejemplo, en Kinépolis han emitido en exclusiva el tercer capítulo de Veneno, “y funcionó muy bien”. También tuvo mucho éxito la emisión de algunos capítulos de Juego de Tronos: “Hay mucha inercia en este mercado, y se innovará”, explican.
Pero desde la compañía lamentan que les costó mucho lograr luz verde en cuanto a los derechos. “Tiene que cambiar la mentalidad de producción y distribución, se debe definir bien que el cine puede ser una ventana alternativa para esta exposición”. “Debe cambiar un poco el paradigma”.
Así, reitera la idea de que los cines deben estudiar la posibilidad no solo de emitir películas, sino también series.