Los bancos españoles prevén endurecer sus criterios para la concesión de nuevos préstamos en todas las modalidades durante el trimestre en curso, después de haber aplicado ya en el tercer trimestre condiciones crediticias más estrictas ante el aumento de la percepción del riesgo como consecuencia del deterioro de las perspectivas económicas, según recoge la última Encuesta de Préstamos Bancarios, elaborada por el Banco de España.
«De cara al trimestre en curso, las entidades españolas encuestadas anticipaban un nuevo endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos en todos los segmentos«, señala el documento, tras constatar que entre julio y septiembre los criterios aplicados, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria (UEM), fueron más estrictos en general.
Por el lado de la demanda, las entidades financieras españolas anticipan que en el último trimestre de 2020 seguirán descendiendo las solicitudes de préstamos procedentes de las empresas y de los hogares para consumo y otros fines, mientras que se mantendrían estables las provenientes de familias para adquisición de vivienda.
De este modo, los bancos españoles señalan la continuidad de la tendencia observada en el tercer trimestre del año, en el que aplicaron mayores restricciones a la concesión de créditos al consumo a los hogares, en línea con trimestres anteriores, pero, además, también endurecieron sus criterios para dar crédito a las empresas, con mayor intensidad en el caso de las pymes, mientras que se mantuvieron sin cambios los criterios para conceder hipotecas a las familias.
El mayor endurecimiento de las condiciones para conceder préstamos a las empresas durante el tercer trimestre se produjo tras la relajación registrada en España entre abril y junio como consecuencia de las distintas medidas adoptadas por los Gobiernos y el Banco Central Europeo (BCE) para favorecer el flujo de crédito al sector corporativo, en un contexto de fuerte crecimiento de las necesidades de liquidez.
Dentro del segmento de crédito a las empresas, los criterios de aprobación de préstamos se endurecieron en el tercer trimestre, tanto en las operaciones con grandes empresas como, especialmente, en aquellas realizadas con pymes. Asimismo, el desglose por vencimiento evidencia una evolución similar en las operaciones a largo plazo y en las realizadas con un horizonte más corto.
«La razón principal que explicaría la contracción de la oferta crediticia sería el aumento de los riesgos percibidos, vinculado al deterioro en las perspectivas, tanto sobre la situación económica general como sobre la solvencia de prestatarios y sectores concretos, y, en menor medida, al valor de las garantías solicitadas», señala la encuesta.
Asimismo, las entidades consultadas indicaron que la demanda de préstamos procedente de empresas en el tercer trimestre había disminuido, tanto en España como en la UEM, después del fuerte aumento registrado el trimestre anterior con el fin de financiar las cuantiosas necesidades de liquidez generadas. En cambio, las solicitudes provenientes de los hogares para adquisición de vivienda habrían aumentado ligeramente en ambas áreas, recuperándose algo después del fuerte retroceso experimentado entre abril y junio.
Este descenso de la demanda de fondos procedente de las empresas en el tercer trimestre reflejó principalmente las menores inversiones en capital fijo y una reducción de las necesidades de liquidez de las compañías para financiar existencias y capital circulante ante la recuperación de la facturación en la mayoría de las empresas, tras el desplome observado en el segundo trimestre por el estado de alarma.
EL BCE NO INFLUYE EN EL CRÉDITO
Por otro lado, la encuesta refleja la opinión de las entidades sobre el impacto del programa ampliado de compra de activos del BCE y del programa especial de compras ante la emergencia pandémica (PEPP), que los bancos españoles y europeos consideran que sirvieron durante los últimos seis meses a un incremento de los activos y de la liquidez, así como una mejora de sus condiciones de financiación y a un ligero aumento de sus ratios de capital.
Sin embargo, en el caso de España «estos programas no habrían tenido impacto ni sobre la oferta crediticia ni sobre los volúmenes de crédito concedido», señala el documento, en contraste con lo sucedido en el resto de la zona euro, donde sí habrían favorecido una ligera relajación de las condiciones y un aumento de los volúmenes de los préstamos concedidos en todos los segmentos.
Asimismo, las entidades españolas consultadas anticiparon que, en los próximos seis meses, los programas de compra de activos del BCE propiciarán una ligera mejora de sus condiciones de financiación, pero siguen sin esperar que haya «ningún impacto significativo ni sobre los criterios y las condiciones aplicadas ni sobre el volumen de crédito concedido».
En cuanto a otras actuaciones del BCE, los bancos españoles siguen señalando que el tipo de interés negativo de la facilidad de depósito del banco central continuará provocando un ligero descenso de su rentabilidad y de sus ingresos netos por intereses el próximo semestre.
Por último, en relación con las operaciones de financiación a largo plazo del BCE (TLTRO-III), tan solo una de las diez entidades españolas encuestadas tiene intención de participar en futuras subastas al considerar que las condiciones de las TLTRO son atractivas, así como por precaución ante posibles necesidades futuras de liquidez.
En España, las diez entidades encuestadas participaron en la subasta de junio, mientras que solo dos bancos lo hicieron en la de septiembre. En la eurozona, la participación fue del 76% en junio, y en la de septiembre se redujo hasta un 34%.