Estamos en una época de cuidar nuestro cuerpo y de llevar una alimentación sana, al menos entre los más deportistas. Junto con el azúcar, las grasas son siempre las señaladas y el ‘veneno’ que debes de evitar. Sin embargo, las grasas son necesarias en nuestra dieta para cuidar la salud del organismo. Eso sí, hay que escoger el aceite adecuado. Y aquí entra otra cuestión vital y es la sempiterna defensa del aceite de oliva como fuente de grasas saludables y pilar de la dieta mediterránea. Sin embargo, también hay aceites de girasol buenos, así que toca ver cuál es mejor y cuál usar en cada caso.
España además es un potencia del aceite, o mejor dicho, la potencia, ya que es el mayor productor de aceite del mundo. Pero a la cantidad se acompaña la calidad, y nuestro país también puede presumir de los mejores olivares y aceites del mundo. La prueba es que siempre nuestros aceites ganan concursos y catas. Sin ir más lejos, como puedes leer aquí, arrasó en la última lista mundial de los mejores.
4Cómo tomar el aceite de girasol
Al contrario del de oliva, el aceite de girasol se consume exclusivamente para cocinar. Muchas personas aúnan ambos aceites en el sentido indicado en cada uno: el de oliva para tomar en crudo y aliñar, y el de girasol para el cocinado.
De cualquier forma, el aceite de girasol no es tan malo como lo pintan y es fuente de grasas saludables para el organismo y por ello una excelente opción para cualquier plato. Sin embargo, hay que decir que no es aconsejable para cocinar como la gente siempre cree, ya que se modifica a partir de los 160 grados, sobre todo la opción sin refinar. Por ello, lo ideal sería también consumirlo en crudo, sin someter a cocción.