Las espinacas son una de esas verduras que los de cierta generación identificamos con Popeye el Marino, pero que para la gran mayoría son un trauma de la infancia: ¡comer espinacas a la fuerza! Es el mayor error en la educación en alimentación que podemos cometer con los niños y adolescentes. Debemos vestir mejor este tipo de verduras y hortalizas para que no solo no las repudien sino que terminen gustando (algo que con el tiempo, probablemente, pasará). Una buena estrategia es preparar recetas que ‘enmascaren’ ese sabor a verde. Por ejemplo, con una receta de espinacas con bechamel y queso, que si, además, lo gratinas al horno, o lo metes en unos canelones, seguro que triunfa. Nosotros hoy vamos a ver cómo hacer una receta de espinacas con bechamel sencilla y saludable con la que variar nuestro menú semanal.
8OTRAS VARIACIONES DE ESPINACAS CON BECHAMEL PARA ENRIQUECERLAS
Hasta aquí, la versión clásica y más básica de la receta de espinacas con bechamel. Ahora bien, puedes añadirle todo tipo de extras. El resultado será más o menos saludable en función del tipo de añadido. Así, en el caso de que las hagas con un poco de queso, este se suma ya en el horno (y también se suman algunas grasas y calorías más). Sin embargo, si eliges hacer espinacas con bechamel y jamón, con huevo y setas o gambas, se añaden al inicio. Estas son opciones igualmente saludables (menos si haces espinacas a la crema con bacon, pero es otra opción). ¿Con cuál te atreverás?