Las espinacas son una de esas verduras que los de cierta generación identificamos con Popeye el Marino, pero que para la gran mayoría son un trauma de la infancia: ¡comer espinacas a la fuerza! Es el mayor error en la educación en alimentación que podemos cometer con los niños y adolescentes. Debemos vestir mejor este tipo de verduras y hortalizas para que no solo no las repudien sino que terminen gustando (algo que con el tiempo, probablemente, pasará). Una buena estrategia es preparar recetas que ‘enmascaren’ ese sabor a verde. Por ejemplo, con una receta de espinacas con bechamel y queso, que si, además, lo gratinas al horno, o lo metes en unos canelones, seguro que triunfa. Nosotros hoy vamos a ver cómo hacer una receta de espinacas con bechamel sencilla y saludable con la que variar nuestro menú semanal.
7EL PASO FINAL: ¿HORNO O NO HORNO?
El último paso para conseguir una deliciosas espinacas con bechamel es unir ambos elementos. Ahora bien, se puede optar por pasarlo por el horno para darle un toque gratinado o dejarlas tal cual. En ambos casos, el resultado es un plato exquisito.
Si optas por la opción del horno, déjalo que precaliente a 180 grados mientras dejas que dé un chup-chup en el fuego todo junto. Después, se lleva a un recipiente apto para horno y se deja unos 10-15 minutos (según la potencia del grill del horno) hasta que comience a dorar. Transcurrido el tiempo, ¡cuidado! No lo saques inmediatamente: deja que esté unos cinco minutos más aprovechando el calor, y después sirve.