El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ) junto a once estados han presentado una demanda antimonopolio contra Alphabet, la compañía matriz de Google, acusando a la compañía de abusar de su posición dominante en el mercado de búsquedas y de la publicidad en Internet.
«En el día de hoy, el Departamento de Justicia, junto con once fiscales generales estatales, presentó una demanda civil antimonopolio en el Tribunal de Distrito de EE.UU. del Distrito de Columbia para evitar que Google mantenga ilegalmente monopolios a través de prácticas anticompetitivas y de exclusión en los mercados de búsquedas y publicidad de búsquedas, así como para remediar los daños a la competencia», anunció el DoJ.
«Actualmente, millones de estadounidenses dependen de Internet y las plataformas en línea para su vida diaria. La competencia en esta industria es de vital importancia, por lo que el desafío de hoy contra Google, el guardián de Internet, por violar las leyes antimonopolio es un caso monumental tanto para el Departamento de Justicia como para el pueblo estadounidense», subrayó el fiscal general de EE.UU., William Barr.
En su demanda, el DoJ afirma que, durante años, Google ha representado casi el 90% de las búsquedas ‘online’ en los Estados Unidos y ha utilizado tácticas anticompetitivas para mantener y extender sus monopolios en búsquedas y publicidad basada en búsquedas al celebrar una serie de acuerdos de exclusión que bloquean colectivamente las vías principales a través de las cuales los usuarios acceden a los motores de búsqueda y, por lo tanto, a Internet, al exigir que Google se establezca como el motor de búsqueda general predeterminado en miles de millones de dispositivos móviles y computadoras en todo el mundo y, en muchos casos, prohibiendo la preinstalación de un competidor.
Los fiscales generales de los estados de Arkansas, Florida, Georgia, Indiana, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Carolina del Sur y Texas, todos ellos republicanos, se han sumado a la demanda presentada por el Departamento de Justicia apenas unos días antes de las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
«La demanda del DoJ es profundamente errónea. Las personas usan Google porque así lo han elegido, no porque hayan sido forzados a ello o porque no puedan encontrar alternativas», ha asegurado el vicepresidente de Asuntos Globales de Google, Kent Walker, en el blog de la compañía.
«La demanda no hará nada para ayudar a los consumidores. Al contrario, va a apoyar alternativas de búsquedas de menor calidad, elevar los precios de los teléfonos y hacer que sea más difícil para la gente tener los servicios de búsqueda que quiere tener», ha proseguido el ejecutivo de Google.
La demanda del DoJ representa hasta la fecha el mayor caso contra la compañía en su propio país, después de que la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. cerrase en 2013 sin presentar cargos su investigación sobre la compañía por presunta conducta monopolística.
Fuera de EE.UU., la compañía fundada por Sergey Brin y Larry Page ha sido multada hasta en tres ocasiones por las autoridades de Competencia de la UE, la última vez en marzo de 2009 con 1.490 millones por abuso de posición dominante, elevando el importe agregado de las sanciones hasta los 8.250 millones de euros.
En una conferencia telefónica con la prensa, el fiscal general adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey Rosen, afirmó que la demanda presentada supone «un hito, pero no un punto final», advirtiendo de que el DoJ continuará investigando la conducta de las plataformas de Internet en busca de posibles abusos.
En este sentido, Rosen apuntó que, igual que en las acciones antimonopolio contra AT&T en 1974 y contra Microsoft en 1998, el DoJ está aplicando nuevamente la ‘Ley Sherman’ con el objetivo de restaurar el papel de la competencia y abrir la puerta a la próxima ola de innovación, esta vez en mercados digitales vitales.
Por su parte, un portavoz de la multinacional ha indicado que la demanda presentada hoy por el Departamento de Justicia «es profundamente defectuosa», ya que la gente usa Google «porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas».