La relación entre Hacienda y los administrados nunca es sencilla, y mucho menos cuando los contribuyentes son autónomos. No hay nada que le dé más miedo a un profesional que trabaja por cuenta propia que recibir una notificación de la Agencia Tributaria, y eso que este tipo de comunicaciones no siempre implican sanciones. Aún así, el autónomo prefiere que su relación con Hacienda sea lo más distante posible.
Pero la labor del Fisco es precisamente la de fiscalizar, y por eso no es extraño que lleve a cabo inspecciones sobre los profesionales, especialmente si nota que puede haber algún desajuste importante entre los ingresos y gastos declarados y el nivel de vida que lleva esa persona. Porque está claro que si un autónomo declara que ingresa al mes poco más de 900 euros y luego sin embargo vive en uno de los mejores barrios de su ciudad y tienen un coche de alta gama, algo raro está pasando. Vamos a ver qué es lo que debe hacer el autónomo si quiere evitarse posibles sanciones.
3Gestionar bien los libros de registro
Los autónomos están obligados a llevar sus libros contables y guardarlos durante un plazo de cinco años, que es el plazo que tiene Hacienda para poder reclamarlos y revisarlos. Lo que ocurre es que no todos los profesionales están al tanto de esta obligación y, o bien directamente no tienen libros de registro del IVA, el IRPF, ingresos y gastos, o no los tienen acordes al modelo que exige la Agencia Tributaria.
Esto explica que la falta de llevanza de los libros de registro, o la llevanza incorrecta, sea una de las principales causas de sanción de Hacienda a los autónomos. Se trata de una multa con un importe mínimo de 150 euros. Es cierto que no es una cantidad muy elevada, pero te la puedes ahorrar si te pones al día con tus libros de registro y los dejas listos para poder hacer frente a cualquier inspección.
