El uso generalizado de las mascarillas ha abocado a que toda la población extreme las precauciones y seguridad a la hora de efectuar salidas al exterior y al aire libre, en consonancia con seguir estipulosamente las medidas para hacer frente al coronavirus sin que seamos expuestos. Ante ello, las mascarillas resultan un método correcto… si la usamos y elegimos de manera adecuada.
Esto es que de nada sirve que tengamos unas mascarillas modernas y vistosas si luego se usan de malas formas y, sobre todo, si realmente resulta que no están homologadas o, directamente, que son ineficaces contra el virus. Ante ello, y más allá de que sus tipos, podemos comprobar su efecto mediante una serie de pruebas, como la del mechero. Las repasamos desde Merca2.es.
1Todas las mascarillas no son infalibles
Y es que a la hora de probar nuestra seguridad, debemos tener bien en cuenta que no todos los tipos de mascarilla son igual de eficaces ni mucho menos igual de resistentes. Esto es debido a que cada una de ellas está formada de distinta forma.
Bien en relación sus materiales de tela, no tejido, polipreno, algodón, poliéster… pero, a su vez, este tipo de mascarillas no son infalibles y pueden hacerse más como un peligro o ineficacia que realmente con la función que deben cumplir.
Además, tenemos que comprobar también que cuando las mascarillas no están correctamente ajustadas a la cara, la eficiencia de filtrado caía a la mitad o más, lo que enfatiza la importancia de mantener este elemento en su correcta posición. De esta forma tenemos varios métodos a nuestro alcance para asegurar la utilidad y eficacia de nuestras mascarillas.