Con la llegada del otoño, llega la temporada de setas silvestres, un momento muy esperado durante todo el año por los amantes de la naturaleza y la micología. La recolección de setas es una actividad que cada vez mueve a más personas que buscan pasar una jornada en contacto con el mundo rural, generando incluso un tipo de turismo específico. Y por supuesto luego está lo culinario, con un producto muy consumido en casa y en restauración, y que da para muchas y deliciosas variedades de platos. Pero antes hay que distinguir entre los tipos de setas y sobre todo saber cuál es comestible y cuál venenosa.
Y si no las compras, ¿cómo buscarlas y recogerlas? Las setas y los hongos son recursos naturales que hay que proteger de la sobreexplotación por eso hay que seguir una serie de normas. En muchos lugares ya se requieren permisos, como una autorización para recolectar durante un tiempo limitado o un carnet de buscador y recolector de setas. También se suele limitar el peso por persona y por tipo de seta. Además, necesitamos un equipamiento específico como una cesta de mimbre donde ir depositando las setas. Tiene que ser de mimbre porque es un material que permite que las esporas se continúen dispersando por el bosque o pradera y de esta manera se contribuye a la repoblación del suelo. También hay que llevar un pequeño cuchillo o navaja para cortar su tallo adecuadamente. Nunca se debe arrancar de raíz.
9Esporas y láminas
Otra cosa que debemos a prender a analizar para ser capaces de distinguir si una seta es venenosa o comestible, son las esporas. Para observarlas con facilidad y ver de qué color son, tendríamos que depositarlas en un papel. Generalmente el color de las esporas es similar al de las laminillas o tubos del himenio de los ejemplares maduros. Podemos encontrar varios colores de esporas: pardo, blanco, rosa y negro. Pueden existir setas tóxicas con esporas de todos los colores pero son más frecuentes entre las de color pardo y rosa. La disposición de las láminas puede ser una pista más a tener en cuenta. Según su colocación con respecto al pie pueden clasificarse en varios tipos: decurrentes que bajan desde el himenio hacia el pie, y las libres o escotadas que se mantienen bajo el paraguas, sin llegar a tocar el tallo. La mayoría de las setas tóxicas presentan láminas escotadas.