La red está plagada de páginas web que recogen todo tipo propuestas de dietas para adelgazar. Algunas son novedosas y se adaptan a los nuevos hábitos de vida y de consumo, como la cetogénica, el ayuno intermitente o las detox. Otras son ya clásicos, pequeñas joyas de transmisión oral que llevan haciendo pasar hambre y desnutrición a varias generaciones de mujeres, como la dieta Dukan, la de la limonada o la disociada.
Lo que tienen todas en común es lo poco recomendable para la salud y el tremendo efecto rebote que provocan. ¿Quieres saber cuáles son las dietas que de verdad funcionan?
2SI HAY QUE PASAR HAMBRE, NO TE INTERESA
El punto número uno para saber si una dieta es sana y eficaz, es el nivel de privación. Si exige grandes sacrificios, enormes restricciones e implica pasar hambre, hay que descartarla automáticamente. Otro indicador es lo impactante de la promesa. Es decir, si nos ofrece un milagro en pocos días, tampoco es lo que buscamos. Tampoco nos va a interesar una dieta nos obliga a contar calorías, a pesar raciones, a comer con una calculadora en la mano, o a consumir productos especiales de X marca.
Para que funcione, una dieta tiene que ofrecer resultados progresivos y estar enfocada a unos hábitos de alimentación a largo plazo. Además, debe hacernos sentir bien, llenarnos de energía, salud y bueno humor. Con estas características podemos destacar tres dietas que, combinadas con algo de ejercicio, son eficaces de forma duradera y sin necesidad de sufrir.