Dentix selló finalmente su destinado anunciado: el concurso de acreedores, tras romper con la banca. Un final que no debería sorprender a nadie ni ahora ni tampoco hace meses. Aun menos, que todas las miradas apunten al fundador de la firma, Ángel Lorenzo Muriel, y a su entorno familiar. Tampoco que empleados y sobre todo afectados carguen contra ellos con todo lo que tienen. «Todo el mundo está deseando movilizarse en contra de este hombre (…) tenemos la intención tanto iniciar todos los procedimientos legales posibles, como plantarnos en la puerta de su casa», resume Carmen, una de las damnificadas, a MERCA2.
La indignación y la rabia de una gran parte de los afectados, que se cuentan por miles, no ha hecho más que ir en aumento. Todo empieza con el cierre de las clínicas excusándose en la delicada situación económica de la compañía y del estado de alarma. Pero mientras el resto de grandes clínicas siguieron atendiendo urgencias y a las pocas semanas fueron abriendo progresivamente, Dentix siguió con las persianas bajadas. Una situación que provocó un enorme daño a muchos de sus afectados, incluso los que peor lo estaban pasando tuvieron que acudir a otras clínicas de urgencia.
«Llamé desesperada por unos dolores insoportables, pero la respuesta que obtuve fue que si tenía dolor me tomase un paracetamol y, sino que acudiese a una clínica privada», relataba una clienta a MERCA2 sobre el trato de Dentix. Pero la cosa no terminó ahí. Al abandono total durante casi tres meses le siguió una política de aperturas cicatera y ruin. En primer lugar, se abrieron muy pocos locales. En segundo lugar, se utilizaron prácticas poco éticas que iban desde excusas muy poco creíbles a entregar documentación ‘trampa’.
DE LA «IMPOTENCIA» AL ESCRACHE CONTRA LORENZO MURIEL
«Son unos sinvergüenzas, no tienen derecho a jugar con nosotros así», exclamaba Amparo, una de las muchas afectadas en Fuenlabrada, a MERCA2 por el trato recibido. Aunque la situación ha terminado por explotar. El anunció del concurso de acreedores ha provocado el cierre de algunas clínicas y en las pocas que siguen abiertas han colapsado.»Hay mucha gente dentro de las clínicas que lo están pasando muy mal, en especial, las recepcionistas que tienen que dar la cara por la mala gestión del señor Lorenzo Muriel», explican a MERCA2.
De hecho, el malestar contra el fundador de la firma es tan grande que muchos de los afectados rastrean distintas zonas de la capital para encontrar su dirección. «La gente realmente está dispuesta a plantarse en la puerta de su casa para protestar y abuchearle el tiempo que haga falta», advierte uno de los afectados. «Solo queremos devolverle todo el daño psicológico que nos ha hecho durante estos meses. Se ha reído de nosotros y la gente está muy harta», denuncia otro damnificado.
«A Lorenzo le va a caer todo el foco mediático, aunque con razón. Al fin y al cabo, la quiebra era evidente que iba a ocurrir más pronto que tarde. Una situación crítica de la que cualquier directivo de la firma un poco enterado era consciente ya en 2019», explican fuentes cercanas a la compañía sobre la situación de la misma. Aunque no es solo la mala gestión y el sentimiento de «tomadura de pelo» por las formas. También influye la «vida de lujo que se ha pegado este señor a costa de nuestro esfuerzo y sufrimiento», arremeten un número muy amplio de afectados.
UNA VIDA DE LUJO A COSTA DE DENTIX
De hecho, el nivel de vida de Lorenzo Muriel y su familia dio un salto exponencial en la última década. Una mudanza a una mansión valorada en más de un millón de euros o las colecciones de vehículos deportivos que atesoraba él o su hermano, Roberto, son algunos de los ejemplos.
El propio Lorenzo Muriel cada día acudía al trabajo con una joya nueva que podía ir desde un Ferrari a un Aston Martín hasta un BMW i8, la nueva joya eléctrica de la marca. El último que sumó a la lista fue un Lamborghini Urus valorado en más de 250.000 euros. Un amor por la alta gama que comparte su hermano menor, Roberto, hasta el punto de que atesora (y muestra orgulloso) los distintos prototipos de Porsche que conduce.
Una lista de adquisiciones que tiene orígenes dudosos. Hasta el punto, de que una de las causas citadas por KKR, y confirmadas a este medio, para no seguir adelante con la inversión en Dentix es que apreciaba salidas de fondos no justificadas. «Probablemente, tenían una ‘contabilidad b’, aunque eso lo determinará un juez», señalan fuentes cercanas a las negociaciones. En definitiva, que a la pesadilla de Dentix para muchos, desde los afectados al propio fundador, le quedan todavía muchos capítulos.