Andalucía mantiene y amplía su apuesta por el olivar, necesario para una economía saludable dentro y fuera de la región. Su valor como dinamizador de la actividad, generador de empleo, productor de aceitunas, también de los mejores aceites de oliva del mundo, generador energético vinculado a la biomasa y tractor del turismo por su elevado interés paisajístico -aspirante a convertirse en Patrimonio Mundial por la Unesco– son algunas de las bondades que adornan al olivar andaluz. Un sector estratégico que pone en valor los recursos autóctonos olivareros que identifican a Andalucía como marca de garantía y calidad en el mundo entero.
Como una de las fuentes de riqueza más preciadas por propios y extraños la innovación del olivar sigue siendo una de las prioridades tanto para empresarios del sector como para dirigentes políticos. En este sentido, la Junta de Andalucía lanzará una nueva convocatoria de ayudas por valor de 82 millones de euros para la modernización de la industria agroalimentaria andaluza, destinado a pymes, grandes empresas y, en especial, al olivar.
El apoyo institucional al sector refleja «una clara apuesta por un sector estratégico y por la generación de empleo para impulsar la reactivación de Andalucía”, comunica el Ejecutivo autonómico, que muestra así su compromiso y confianza en la competitividad y la calidad de los productos andaluces, declaraba el presidente regional durante el acto de presentación de esta inyección económica.
EL PESO DEL CAMPO ANDALUZ
Entre las actuaciones económicas se dirigen a favorecer el liderazgo de la agroindustria como motor de desarrollo de la comunidad autónoma, se encuentran el Plan Estratégico para la Mejora de la Competitividad 2019-2022, la estrategia de promoción -también en el exterior- y el nuevo sello de calidad ‘Gusto del Sur’. Asimismo, la estrategia regional propicia un impulso sin precedentes a los grupos de desarrollo rural, con 103 millones dedicados a reactivar el campo andaluz, y en la propuesta que el Gobierno andaluz ha enviado a Europa para destinar 38 millones de euros del Programa de Desarrollo Rural a sectores afectados por el coronavirus.
El peso y la importancia que el sector agroalimentario tiene para Andalucía es trascendental. Una actividad que supone el 11% del PIB andaluz y que genera uno de cada diez empleos de la región. En este punto, ha resaltado el dato de exportaciones agroalimentarias del primer semestre de 2020, donde Andalucía ha vuelto a batir récord alcanzando los 6.536 millones. «Siendo el peor año que hemos conocido, uno de cada cuatro euros de las ventas españolas ha sido para Andalucía, desde luego –ha manifestado Moreno–, es para tener esperanza».
Moreno, que ha mostrado el apoyo incondicional del Gobierno de Andalucía al sector, ha manifestado, en relación a la Política Agraria Común (PAC), la importancia de que el Gobierno central priorice los intereses del campo español y andaluz. «Vamos a insistir mucho en lograr un reparto que beneficie a nuestra tierra y nuestros legítimos intereses” aseguraba. “Cada Gobierno europeo defiende a los suyos y es lo que confiamos que haga el nuestro, en todo caso, la Junta de Andalucía, estará ahí para recordárselo», ha agregado.
RETOS: PRECIOS BAJOS, BREXIT Y ARANCELES
Además de la PAC, el líder andaluz ha señalado que su Ejecutivo trabaja sin descanso para hacer frente a los múltiples retos que tiene por delante el sector agroalimentario como los bajos precios, el Brexit o los aranceles impuestos por otros países. Para ello, la Junta ha puesto en marcha medidas de apoyo y de estímulo, ha eliminado trabas y facilitado el trabajo de las empresas y ha ayudado a generar nuevas oportunidades, creando las mejores condiciones posibles para la prosperidad de las empresas. «No va a ser sencillo, porque estos son los tiempos más difíciles que hemos conocido», ha considerado el presidente regional.
Y es que, tal y como ha recordado Moreno, su Ejecutivo se afanó en el primer presupuesto, el de 2019, en que Andalucía, que era la única comunidad autónoma que incumplía las tres reglas de gasto, cumpliera. «Así fue, y cerramos el año con superávit, algo insólito en nuestra tierra», apostillaba. Todo ello, con el objetivo de proporcionar credibilidad y conseguir atraer a inversores nacionales y extranjeros.
De hecho, hasta marzo de este año, la región incrementó la inversión extranjera en un 62%. «La Covid ha puesto patas arriba todo, pero tenemos que trabajar sabiendo que va a tener un final”, afirmaba el máximo responsable andaluz. “El sector agroalimentario es uno de nuestros puntales y aún hay margen para generar más valor añadido, y entre todos lo vamos a poner en marcha», concluye Moreno.
SECTOR DEL OLIVAR EN JAÉN
La provincia de Jaén es la mayor productora mundial de aceite de oliva, por lo que gran parte de la economía jienense se basa en el monocultivo del olivar, según datos de COAG Jaén. La consideración de sector estratégico del olivar y del aceite de oliva es incuestionable y no solo por su aportación a la economía provincial, sino también por las repercusiones sociales, ambientales y culturales. De hecho, la totalidad de los municipios de la provincia viven o se encuentran, al menos, relacionados con el cultivo del olivar.
La provincia de Jaén, con más de 550.000 hectáreas de olivar, representa más del 25% de la superficie española y el 42% de la andaluza. Produce, además, dependiendo de la temporada, en torno al 50% del total nacional de aceites de oliva, y más del 20% de todo el mundo.
Desde una perspectiva interna, el 78% de la superficie agrícola de la provincia se destina al cultivo del olivar, que es mayoritariamente de aceituna para almazara. Por otro lado, el concepto de “aceites y derivados” representa más del 90% de la producción final agrícola de la provincia.
En este sentido, una campaña normal genera, aproximadamente, 8 millones de jornales de recolección y más de 150.000 de molturación, cuyo valor económico es de alrededor de 300 millones de euros, dependiendo de los precios del aceite de oliva que se manejen en cada campaña.
El olivar de Jaén es la mayor fuente de riqueza de la provincia. La joya de la corona del aceite de oliva en España puede dejar, según la temporada, alrededor del 50% de la producción nacional. Y en su elaboración no sólo se obtiene uno de los manjares mejor valorados del mundo, sino que se generan restos aprovechables para usos energéticos como los biocombustibles, para la generación de calor y agua caliente. El hueso de aceituna es una de esas biomasas mediterráneas que alimenta sistemas de calefacción de diferentes instalaciones.