lunes, 25 noviembre 2024

El Santander se reinventa en 9 meses para aumentar la vinculación

La Cuenta 1|2|3 del Banco Santander pasó a la historia el año pasado. Tal y como avanzamos en MERCA2 en diciembre de 2019, la entidad tomó la decisión de no comercializarla. Apenas llevaba cuatro años en pie, pero el objetivo estaba más que cumplido. Cuando aterrizó en España, en mayo de 2015, la intención era conseguir un 40% de clientes vinculados, pero la estrategia fue un éxito y la entidad duplicó el número.

La progresiva bajada de tipos de interés llevó al banco que preside Ana Botín a meter varios tijeretazos hasta acabar con ella, pues eliminó lo más atractivo de este producto, que era la remuneración de los saldos y recibos de sus clientes, además de regalar acciones de la entidad al contratar o usar productos como tarjetas o seguros.

En apenas dos años las condiciones fueron a peor. En febrero de 2017, el banco elevó el coste anual de la tarjeta (desde los 36 euros hasta los 72 euros). En diciembre de ese año, redujo el saldo máximo a remunerar a 10.000 euros desde los 15.000 en los que comenzó. En abril de 2018 volvió a reducirlo hasta los 6.000 euros y en octubre, a tan solo 1.000 euros. En 2019 ya anunciaron que no iban a remunerar más y además, las acciones de la 1|2|3 habían dejado de entregarse hacía más de un año. En definitiva, ya no quedaba nada de ella.

UNA ESTRATEGIA TEMPORAL

El Banco Santander animó entonces a sus clientes (y no clientes) a que se pasaran a la cuenta Zero, pero esta era solo una estrategia temporal, porque los planes del banco iban más allá. Por una parte, el Santander trabajaba en reforzar aún más su política de vinculación, uniendo todas sus cuentas en una, para después ofrecer mejores condiciones a los clientes más vinculados. Pero también porque así, reducían un catálogo que era bastante complejo, ya que contaba con muchos tipos de cuentas y cada una con unas condiciones distintas.

Después de nueve meses de trabajo, el banco comunicó oficialmente a sus trabajadores el pasado jueves que el día 5 de noviembre verá la luz Santander One. Una nueva cuenta, disponible solo en España, que reducirá el catálogo a solo tres cuentas: One, Smart y Mini. Aunque también seguirá existiendo la cuenta básica, porque es una exigencia que tienen todos los bancos.

La Cuenta One hará desaparecer todas las demás. En concreto, la Cuenta Zero, 1|2|3 Profesional, Nómina, IBAN, Día a Día, Cuenta 81, Cuenta Mundo y Senior. Para no pagar nada de comisión se tienen que cumplir todos los requisitos que establezca el banco, de esta manera se entenderá que el cliente está vinculado. Pero si está “parcialmente vinculado” se pagarán 10 euros al mes, y los que no usen la cuenta, acabarán pagando 20 euros al mes.

VINCULACIÓN EXIGENTE

Con la nueva cuenta, cambia el concepto de vinculación. El banco entiende que un cliente está vinculado si ingresa su nómina o pensión, domicilia tres recibos y tiene contratado un producto de financiación (préstamos, hipoteca o renting), de ahorro (fondo de inversión, plan de pensiones, seguro de ahorro…) o de protección (seguro de hogar, auto, vida, accidentes…).

Es decir, los clientes que sólo tengan la nómina o ingresos, o sólo un producto de ahorro, financiación o protección, pagarán 120 euros al año por el mantenimiento de la cuenta y los servicios esenciales. Y los que no tengan anda, 240 euros al año.

Las condiciones van a ser de las más exigentes del mercado, solo comparables con las de CaixaBank que desde este mes de octubre también cobra 240 euros a sus clientes no vinculados. En el caso de Bankia, los que no tienen ninguna vinculación se enfrentan a 168 euros de comisión. Y en el resto de entidades, la cifra es más baja.

Todos los bancos españoles reforzaron su política de vinculación el año pasado y este 2020 ha venido acompañado de una oleada de comisiones que ya ha empezado a dar sus frutos. En caso del Santander, el número de clientes que lo usan (en España) como su banco principal, creció un 33% de enero a junio.

MODELO FINTECH

Entre las novedades de la Cuenta One, el banco cántabro también ofrecerá cuatro planes (viajes, atención vip, pagos y seguridad digital) que se pueden contratar con una tarifa fija al mes de tres euros para particulares y de seis euros para empresas. Es decir, han entrado de lleno en la banca por suscripción que ya llevan a cabo algunas fintech, como N26.

De esta manera, aquellos que activen el Plan Santander One Viajes, podrían sacar dinero sin límite en cualquier cajero del mundo y tampoco pagarían comisiones por las compras en moneda diferente al euro. Esta opción y las otras tres “se activan y desactivan” para que se use de manera temporal o indefinida, según necesite el cliente, explican desde el banco.

El Banco Santander informará de los detalles durante el mes octubre a los clientes. Además, volverá a remodelar la aplicación móvil para que aparezcan estos cambios. Aunque el Santander ya tiene buena parte del trabajo hecho, porque a principio de septiembre lanzó una nueva app móvil que da respuesta a las necesidades de los clientes “en la nueva era covid-19”, en la que se demandan relaciones más personales a través de canales digitales, con el fin de reducir al máximo acudir presencialmente a la oficina.

“Este mes empieza la parte técnica”, detallan. “La mayoría de clientes mejorarán condiciones porque ya eran vinculados. Por ello, seguirán sin pagar comisiones pero ahora acceden a otras muchas ventajas”.


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