Pocas cosas hay más reconfortantes cuando bajan las temperaturas, que un delicioso y calentito plato de cuchara. Los guisos y los potajes son muy propios de la gastronomía española, y cada región tiene su propia variante cambiando un ingrediente por otro, aunque la esencia es la misma. Son platos muy baratos que se preparaban tradicionalmente en invierno para tener un buen aporte nutricional y calórico, aprovechando los ingredientes de la estación. Hoy día, aunque tenemos una oferta gastronómica enorme, nos siguen encantando esos potajes de la abuela, porque saben a gloria y nos hacen sentir bien de inmediato. Una de las recetas preferidas es la del potaje de garbanzos, un plato único perfecto para un día de frío y lluvia. Aquí te compartimos la receta tradicional, que además puedes tomar como referencia para introducir algunas variaciones y cambiando algún ingrediente por otro.
4ALGUNOS CONSEJOS
Como decíamos, el potaje de garbanzos es una receta muy amplia que admite un montón de variaciones. Si queremos una versión vegetariana podemos añadir alguna verdura más como zanahoria, calabaza o acelgas, o bien utilizar algún producto proteico similar a la carne. También podemos cambiar la carne por pescado, siendo el bacalao el que más se utiliza tradicionalmente para preparar con garbanzos. Este potaje se puede congelar así que podemos preparar una buena cantidad y tener siempre varios tuppers reservados para cuando nos apetezca algo bien calentito. Apuntar también que como todos los guisos, al día siguiente estará el doble de rico que recién preparado así que, si es posible dejarlo hecho el día antes, mejor que mejor.