El día 31 de diciembre del año 1998, las pesetas dejaron de cotizar para ser sustituidas por los euros. Aunque este cambio no fue notable hasta el 1 de enero del año 2002, fue entonces cuando comenzaron a circular los euros. Todos acudimos al banco para hacer el cambio, pero a día de hoy, se sabe que los españoles albergan 1.600 millones de euros en pesetas sin cambiar. Seguramente en casa de nuestros abuelos, en un viejo monedero, entre los cojines del sofá o al fondo de un cajón hay escondidos pequeños tesoros.
Pero esos tesoros dejarán de serlo en breve, la fecha límite para realizar este cambio en los bancos de España es el 31 de diciembre de este 2020. Aunque antes de correr a hacer este cambio, más vale que prestes atención a las monedas que tienes, pues puede que cometas el error de tu vida. Esto se debe a que a pesar de haber pasado tantos años, hay quienes cuentan con ejemplares de monedas realmente antiguas. Estas pueden llegar a tener un valor mucho mayor al que te imaginas y te podrían dar en el banco. Algunas de estas se pueden vender por verdaderas fortunas, echa un vistazo a continuación y analiza cada una de tus monedas antes de cometer un gran error, pues hay coleccionistas dispuestos a desembolsar verdaderas cantidades de dinero por ellas.
42,5 pesetas del año 1946
Si en tu búsqueda tuvieras la suerte de encontrarte con una moneda de 2,5 pesetas del año 1946, ya puedes dar saltos de alegría. Pero ni se te ocurra ir al banco con ella. Y es que tiene un gran valor para los coleccionistas. Razón por la que no dudarían en pagar una buena cantidad por tenerla en su poder. El valor medio de esta en el mercado está por encima de los 4.000 euros. ¿Quién no quiere ganar ese dinero por buscar entre el polvo?
Pero esto no es todo, si además, tienes una versión de prueba, no vas a creer todo lo que podrías llevarte, como mínimo, te pagarían hasta 10.500 euros. Pero no tengas demasiadas esperanzas, pues a día de hoy, solo ha aparecido una de estas, así que es evidente que es una joya difícil de encontrar. Al no haber llegado a estar en circulación, la única posibilidad es que alguno de tus familiares hubiera trabajado en la fábrica de moneda y timbre por entonces.