La tortilla de patata. Un clásico entre los clásicos. Posiblemente el ‘Santo Grial’ de la cocina española. No hay nadie a quien no le guste y es uno de nuestros platos típicos junto con la paella, la fabada o el gazpacho. Al margen del debate con o sin cebolla, nos gusta sobre todo jugosa, pero para muchos tiene una pega, y es que no es precisamente ideal para mantener la línea. Pues también para eso hay solución y te indicaremos cómo hacer una tortilla de patatas no sólo jugos y rica sino que no engorde.
Vale para un pintxo, una ración, para un buen bocata o el ya clásico tupper y llevártelo al trabajo o a un picnic. Siempre apetece y es tan adictiva como deliciosa. Ya tú eliges si eres de los de sin o de los de con cebolla, o si eres de los que les gusta hacer ‘tortilla de…’, desde la típica con chorizo hasta las más elaboradas de otros ingredientes. La imaginación es el límite pero en este caso nos centramos en la tradicional pero hecha de un modo especial para que sea más ligera.
5Últimos pasos para terminar la tortilla de patatas
Cuando las cebollas estén caramelizadas, escurre el exceso de aceite y agrégalas a la mezcla de huevo. Cuando las patatas lleven 20 minutos en aceite, retíralas con una espumadera y déjalas enfriar mientras se escurre el exceso de aceite. Agrega las patatas a la mezcla de huevo y revuélvelo todo bien. Deja reposar la mezcla de huevo durante unos 20 minutos, y a fuego lento, cocina los huevos durante unos 6-8 minutos por lado. Dale la vuelta a la tortilla con la ayuda de un plato y que se haga por el otro lado, retírala y déjala enfriar. ¡Qué aproveche!