La tortilla de patata. Un clásico entre los clásicos. Posiblemente el ‘Santo Grial’ de la cocina española. No hay nadie a quien no le guste y es uno de nuestros platos típicos junto con la paella, la fabada o el gazpacho. Al margen del debate con o sin cebolla, nos gusta sobre todo jugosa, pero para muchos tiene una pega, y es que no es precisamente ideal para mantener la línea. Pues también para eso hay solución y te indicaremos cómo hacer una tortilla de patatas no sólo jugos y rica sino que no engorde.
Vale para un pintxo, una ración, para un buen bocata o el ya clásico tupper y llevártelo al trabajo o a un picnic. Siempre apetece y es tan adictiva como deliciosa. Ya tú eliges si eres de los de sin o de los de con cebolla, o si eres de los que les gusta hacer ‘tortilla de…’, desde la típica con chorizo hasta las más elaboradas de otros ingredientes. La imaginación es el límite pero en este caso nos centramos en la tradicional pero hecha de un modo especial para que sea más ligera.
3Cómo hacer la tortilla de patatas con menos calorías
Una forma de hacer una tortilla de patatas menos calórica es cocer las patatas en vez de freírlas, o bien evitar el aceite y hacerlas en el microondas o el horno. El sabor no se va a perjudicar apenas y reducirás su carga. Sin embargo, te damos también un truco para los que no quiere salirse de la elaboración clásica y no renuncian a freír las patatas. Veamos entonces la mejor forma continuando donde lo dejamos en la anterior entrada:
Una vez secas las patatas, ponemos a calentar media pulgada de aceite de oliva virgen extra de alta calidad en una sartén grande a fuego medio bajo. Y cuando el aceite esté caliente, agregamos las patatas y le echamos más aceite en el caso de que fuera necesario hasta cubrirlas por completo. Cocinamos las patatas durante 20 minutos a fuego lento, y aunque se rompan, no pasa nada. Y Mientras se cocinan las patatas, batimos los 8 huevos en un bol grande y sazonamos con un poco de sal y pimienta (al gusto). Veamos la clave de la fritura.