Las tapas son algo muy típico de los bares españoles, una forma de comer que llama la atención de la gran mayoría de los extranjeros. Hay tapas clásicas y también innovadoras, pero sin lugar a dudas la tortilla de patata y las patatas bravas son las dos más populares y las favoritas de la mayoría de la gente. ¿Te gustaría hacer unas bravas espectaculares en casa? Para conseguirlo tienes que hacer una salsa brava de calidad, y vamos a contarte cómo.
En los últimos años nos hemos acostumbrado a tomar tanto en casa como en bares y restaurantes salsa brava de bote. Un producto que al final es un compendio de ingredientes y de conservantes y que, picar, pica poco. En otros casos cuando pedimos una salsa de este tipo lo que nos ponen directamente es un poco de tomate. Así que ha llegado el momento de aprender a elaborar esta salsa clásica.
4Una salsa con la textura perfecta
La textura de la salsa brava no debe ser ni muy líquida ni muy espesa. Cuando tenemos todos los ingredientes al fuego debemos esperar a que espesen un poco, como hemos explicado antes, pero no esperes hasta que veas que la salsa tiene la textura que te gusta. Recuerda que adquirirá algo de cuerpo y más espesor a medida que se vaya enfriando.
Si notas que te ha quedado más espesa de lo que debería, puedes añadirle un poco más de agua. Por el contrario, si está más líquida de lo que te gustaría, pon de nuevo el cazo a fuego medio y deja hervir un poco más, removiendo de vez en cuando. Otra opción es añadir un poco más de harina y remover bien para que no queden grumos.