El puré de patatas es una de esas recetas que pocas personas rechazan, y es que es la estrella de las cocinas. Fácil de hacer, rápido, rico y con pocas calorías. Es más, es considerado uno de los platos más básicos del hogar junto al arroz blanco. Un detalle que pocos conocen, es que este plato forma parte del bando de los carbohidratos buenos.
Así que, si quieres llevar esta receta a otro nivel, descubre la forma ideal para lograrlo. Es cierto que muy fácil, y que no tiene mucho misterio, pero por regla general, todos lo hacemos a ojo de buen cubero, y no está mal. Pero la diferencia se hace notar cuando trabajas con medidas exactas.
4Marca la diferencia con estos trucos
Todos tenemos nuestros truquillos en casa para ciertas recetas, pero algo tan simple como el puré de patatas no parece tener nada que poder hacerle para que esté incluso más bueno. Pues bien, nada más lejos de la realidad, aunque no son cosas muy enrevesadas, realmente hacen que se note una gran diferencia. Por ello, anímate a sorprender a todos en la mesa con un plato simple, pero más rico que nunca.
Las medidas de mantequilla que has leído anteriormente son solo una referencia, si deseas lograr una mayor cremosidad, añade poco a poco más cubos hasta obtener la textura que deseas, no pasará desapercibido. Si quieres realzar el sabor del puré, no tienes por qué añadir más sal, puedes poner un poco de pimienta negra o blanca molida, o incluso orégano.
Si quieres enriquecerlo y que se convierta en un súper puré, puedes añadir algo de queso parmesano o pecorino rallado. Y si estás que lo tiras todo por la ventana, un poco de nata líquida también le vendría de lujo. Por último, para perfumar por sutileza puedes añadir nuez moscada y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.