Una carretera debería ser una ruta segura para la circulación. Con un buen pavimento para una correcta adherencia de los neumáticos del vehículo, visibilidad suficiente para no toparse con obstáculos de forma repentina, debería estar bien señalizada para aportar al conductor toda la información que necesita, con buenos arcenes para apartarse si se necesita, y con algunos elementos extra de protección como los quitamiedos, etc.
Pese a que se hacen muchas campañas de concienciación para la seguridad vial, y pese a que se conoce lo que debería ser una carretera segura, en algunas zonas de España sigue habiendo carreteras muy descuidadas y peligrosas. Ya sea por su estado de mantenimiento o por el lugar donde se encuentran. Curvas, zonas deslizantes, señales borradas, mala visibilidad,… y todo eso ha costado muchos accidentes y muertes, incluso con el coche más avanzado y seguro.