Como autónomo es posible que en algún momento tengas que demostrar que estás al corriente de pago tanto con la Agencia Tributaria como con la Seguridad Social. Si eres un profesional que trabaja en el ámbito B2B y tus clientes son otros autónomos o empresas, es bastante común que te soliciten este tipo de información, pero también te puede hacer falta acreditar que no tienes deudas con Hacienda si vas a participar en algún concurso público o pides una ayuda o subvención.
Tener deudas con la Agencia Tributaria no es nada extraño en el caso de los autónomos, ya que muchas veces la falta de liquidez puede dar lugar a problemas de solvencia. Aunque existe la posibilidad de retrasar y fraccionar pagos, muchos profesionales no están bien informados sobre este tema y acaban tomando la peor decisión: no pagar. Y esto es lo peor que se puede hacer porque provoca automáticamente que la cantidad debida crezca debido a la aplicación de de los intereses de demora.
3Procedimiento de pago de las deudas contraídas con Hacienda
Si resulta que sí había alguna deuda pendiente, vas a tener que saldarla. No solo para evitarte posibles procesos de ejecución por parte de la Agencia Tributaria sobre tus bienes, también para poder demostrar a quien te lo haya pedido que estás al corriente de pago de tus obligaciones. Tanto si haces la consulta sobre posibles deudas online como si acudes a una oficina física, en ese mismo momento puedes obtener una carta de pago.
La carta de pago es un documento que recoge las cuantías pendientes de pago e indica la forma de pago. Puedes hacer el abono al modo tradicional acudiendo al banco y haciendo el ingreso correspondiente, o puedes hacerlo a través de la web. La Sede Electrónica te permite hacer el pago directamente con tarjeta, así que puedes dejar el asunto solucionado en cinco minutos y sin necesidad de salir de casa.
Puede ocurrir que en ese momento no tengas dinero suficiente para hacer frente al pago de la totalidad de la deuda. En este caso lo que puedes hacer es solicitar un fraccionamiento. Este procedimiento suele llevar aparejado el pago de algunos intereses, pero a cambio puedes cumplir con tu obligación de una forma mucho más accesible para tu economía. Además, una vez que has hecho los trámites para fraccionar el pago no constará que tengas deudas pendientes, porque ya estás en proceso de saldarlas. Eso sí, si dejas alguno de los plazos sin pagar, entonces volverás a figurar como deudor de Hacienda.
