La jubilación es un tema que preocupa tanto a autónomos como a asalariados, pero quizá un poco más a los primeros, porque cuando alguien trabaja por cuenta propia ya sabe que es bastante probable que su pensión sea baja. Esto explica la razón por la que muchos autónomos siguen trabajando incluso después de llegar a la edad legal de jubilación.
Sin embargo, este fenómeno tan común entre los trabajadores por cuenta propia podría extenderse también a los asalariados, ya que el Gobierno está estudiando medidas para bonificar el retraso de la jubilación. Y esto nos lleva a preguntarnos cómo afectará este posible cambio a los autónomos y a su retirada de la vida laboral.
4Mayores efectos sobre los que menos ingresan
En España tenemos un tope de cotización y también una pensión de jubilación máxima. Esto supone que un autónomo que cotiza por la base máxima (4.070,10 euros) verá limitada su pensión a 2.580,01 euros al mes por más que sume muchos años cotizando por esta base. Esto supone que si una persona en esta situación adelanta su jubilación, aunque se le aplique una penalización del 8%, a efectos prácticos solo vería reducida su pensión un 2%.
Sin embargo, si nos encontramos con alguien que gana y cotiza poco, si esa persona necesita adelantar su jubilación, puede experimentar una gran pérdida de poder adquisitivo. De hecho, si un autónomo se retira cuatro años antes de la edad legal, puede acabar cobrando hasta un 32% menos de su pensión. Si esta ya no era muy alta por tener una base de cotización baja, el resultado es una prestación que a duras penas permite sobrevivir a quien la cobra.