La tortilla de patatas es una de las recetas más simples y sofisticadas a la vez. Un auténtico manjar típico de España, junto con el jamón, la paella, o el gazpacho, y que suele gustar a la mayoría de las personas. Pese a su simplicidad, pocos se ponen de acuerdo en cuanto a la forma de prepararla de forma adecuada. De hecho, hay verdaderas batallas en redes por cómo se debe preparar.
Los dos puntos clave de la tortilla de patatas versan sobre el punto óptimo (más o menos cruda), y sobre los ingredientes (con o sin cebolla). Hay quien le gusta de una u otra forma, aunque también hay discrepancias en la forma en la que se cortan o se hacen las patatas e incluso en si se le pueden agregar o no otros ingredientes extra que algunos los ven con buenos ojos y otros piensan que es todo un sacrilegio…
Ahora bien, en lo que sí hay unanimidad es en que está deliciosa y en que mejor una buena tortilla de patatas casera que las precocinadas…
9Los experimentos mejor con gaseosa…
Algunos suelen hacer experimentos raros con la tortilla de patatas o la paella, destruyendo por completo estos platos tradicionales. Pero, como se suele decir, los experimentos mejor en casa y con gaseosa.
En ocasiones se juega con el formato de la tortilla, y eso no está mal siempre que el resultado sea agradable. En otras ocasiones simplemente se destruye el plato…
Como anécdota, recuerdo en un restaurante argentino de la costa haber pedido una tortilla de patatas. Entramos allí porque el resto estaban llenos y éste estaba vacío (moraleja, nunca comas en un restaurante que está vacío). Cuando llegó el plato a la mesa, era una tortilla francesa enrollada, en cuyo interior había patatas fritas (de las congeladas) y aros de cebolla cruda… ¡Mala interpretación del plato español!