¿A quién no le gustan los snacks de pollo crujientes en forma de fingers? Puede que en tu día a día no seas mucho de rebozados, pero de vez en cuando está muy bien darse un capricho. Sobre todo, si los puedes preparar en casa y que te salgan igual de exquisitos que en las terrazas. Así que, debes saber que puedes hacer fingers de pollo crujientes de manera fácil y sencilla, y no volverás a comprarlos nunca más congelados. Si además añades una melosa y deliciosa salsa de mostaza y miel, ya es la gloria.
¿Cuál es el origen de los fingers de pollo frito? En realidad, esta receta no tiene un gran misterio. Estas delicias de pollo, dedos o ‘tenders’ (tiernos) en forma de palitos son un estilo más de pollo rebozado frito que no contienen ni piel ni huesos. A menudo se sirven en muchas terrazas y restaurantes tanto de Estados Unidos como en Canadá, Europa y hasta en Australia, y se les puede acompañar de numerosas salsas al gusto como la de mostaza y miel en este caso, barbacoa, agridulce, ranchera y queso azul.
3La fritura y el dorado de los fingers de pollo
Y, por último, calentamos en una sartén un poco profunda abundante aceite de oliva virgen, y cuando esté muy caliente, vamos metiendo una a una las tiras de pollo, procurando dejar espacio entre ellas para que no se peguen. Freímos a temperatura media-alta durante unos minutos y cuando se hayan dorado bien por un lado, les damos la vuelta para que se hagan por el otro. El tiempo para que se hagan del todo dependerá de lo gruesos que sean los fingers, pero tan solo te llevará unos pocos minutos.