La inteligencia artificial progresa a pasos agigantados, aunque aún tiene mucho que mejorar. No obstante, los actuales algoritmos que hay detrás de esta tecnología aprenden bastante rápido y tienen cualidades casi extraordinarias. Sin duda en muchos aspectos han superado a la inteligencia humana, aunque no en otros.
De hecho, se puede engañar a la inteligencia artificial, e incluso alimentar a esos algoritmos con información que no sea certera para que no tengan la efectividad esperada. Es decir, se podría incluso enseñar mal a la IA para manipularla, igual que se puede manipular a una persona para que crea algo que no es cierto.
2Comprendiendo qué es la IA
La inteligencia artificial se puede implementar mediante redes neuronales artificiales por software o hardware. Sus aplicaciones son muchas, desde sistemas informáticos capaces de aprender o tomar sus propias decisiones como los humanos, hasta la robótica.
Pero si nos vamos a lo más «profundo», lo que hay tras estos sistemas son algoritmos matemáticos que son los que aprenden y toman esas decisiones. Estos algoritmos son alimentados por gran cantidad de información de la que aprenden. Como también lo haría un niño.
Por ejemplo, para los algoritmos de reconocimiento facial se están usando multitud de caras de las que nutrirse de las fotos que se cuelgan en redes sociales como Facebook o en apps como FaceApp. Con esto quiero decir que se pueden alimentar de información válida o información inválida, por tanto, aprenderían cosas erróneas…