La sopa castellana es uno de esos platos que tu mente, y tu estómago, identifica rápidamente con el invierno. La verdad es que sí, cuando más apetecen las sopas calientes es en las noches de otoño e invierno en las que el frío aprieta. A diferencia de otras sopas, la castellana requiere de muy pocos ingredientes para su elaboración, la mayoría, básicos (pan, agua, ajos, huevos). Ni siquiera lleva pasta. Sienta de maravilla y como receta de aprovechamiento, es la mar de económica. Hoy te descubrimos todos los secretos para que puedas elaborar la receta de sopa castellana y recordar los aromas de la cocina de la abuela.
Como receta, lo tiene todo: sale barata, ya que aprovechas el pan duro o endurecido de los días anteriores, y aunque puedes utilizar caldo de pollo, con el propio agua y buenos ajos, tendrás una sopa calentita que entra sola, sin grasa ninguna. Aprende aquí cómo hacer la sopa castellana tradicional y cómo aderezarla sin que pierda su esencia.
6TRUCOS Y CONSEJOS PARA QUE QUEDE UNA SOPA
CASTELLANA DE RECHUPETE
Si quieres que la sopa castellana esté perfecta, evita quemar los ajos. Además de dejar cierto regusto, hace que se pegue el pan a la cazuela.
Además de estos ingredientes, puedes añadir un poco de jamón serrano cortado en tiras o tacos, o chorizo. En caso de añadir el chorizo, no añadas el pimentón o se tomará demasiado la sopa.
Por último, cuidado con cuándo añades el huevo. Tiene que quedar como un huevo escaldado, por lo que no se ha de mantener más de 2 minutos en el agua de la sopa si quieres evitar que la yema quede dura y seca.